Los glaciares tropicales de Apolobamba son un reservorio de agua donde se almacenan miles y millones de metros cúbicos de agua en estado sólido. Lo preocupante es el notorio retroceso (reducción) glaciar, que por varios factores se ven afectados día a día.
Información y fotografías: Ricardo Guamán (Responsable del Programa de Monitoreo del ANMIN Apolobamba)
Apolobamba, junio 2003 (ANA).- En los últimos 15 a 20 años, estos glaciares disminuyeron aproximadamente de un área de 748 km2 a 462 km2. Ello demuestra una reducción o pérdida de área de poncho blanco de glaciar de 33.3%. La masa glaciar se encuentra con muchas grietas y con producción de avalanchas (deslizamiento de fragmentos de masa glaciar de la ladera de la montaña).
Apolobamba es una cadena de masa montañosa de glaciar, aproximadamente tiene una superficie de 462 km2, entre los 5400 a 6200 msnm de rango altitudinal de 44 km de largo, que está conformada por los glaciares Akhamani Ulla K·aya, Santa Lucía, Ucipala, K·achuca, Huanacuni, Pan de Azucar, Puru Muyu, Katantica, Presidente, Cerro Hermoso y Flor de Nevado.
Principales causas para el derretimiento de glaciares en la Cordillera de Apolobamba
En una entrevista al responsable del Programa de Monitoreo del Área Natural de Manejo Integrado Nacional Apolobamba (ANMIN Apolobamba), Ricardo Guamán, el especialista identifica como causas principales para el derretimiento de los glaciares en esta área protegida el cambio climático, los incendios (por la emisión de humo con partículas de ceniza) y la actividad minera aurífera.
“…Vemos que los incendios forestales en la parte baja afectan de gran manera al emitir el humo, las partículas del humo llegan sobre estos glaciares con la ayuda del viento, esas partículas empiezan y aceleran el derretimiento de los glaciares de manera que baja mayor cantidad de caudal, a veces por horas y a veces por días, de acuerdo a la intensidad de los incendios que hay en la parte de la ceja de monte, es el tema más preocupante. También, por otra parte, la actividad minera aurífera ocasiona la reducción de la capa del glaciar, mediante la emisión de ruido de sus explosivos y el efecto de la vibración de los equipos” sostiene Guamán.
Curso de las aguas que descienden de los glaciares de Apolobamba
Los nevados se consideran como eventos climatológicos momentáneos, en cambio los glaciares son masas compactadas y cristalizadas, de ahí que una parte del recorrido de las aguas de origen glaciar de la cordillera de Apolobamba, desciende a la cuenca Suches para llegar posteriormente al lago Titicaca, y la otra parte de la microcuenca Pelechuco pasa por la cuenca Tuichi. Finalmente esas aguas de las microcuencas de Curva y Kellhuacota pasan por la cuenca de Camata, y estas dos, llegan hasta el rio Beni.
A través de esa trayectoria de las aguas de los nevados, podemos ver la relevancia que tienen estos nevados y la contribución que hacen, no solo a las microcuencas de la región de las provincias Bautista Saavedra y Franz Tamayo del Departamento de La Paz, sino que llega a alimentar al lago Titicaca, arribando hasta la zona amazónica con conexión al río Beni. Así vemos la forma en la que todos los nevados del país alimentan como fuentes de agua por extensas superficies de territorios a través de los que transcurren.
Funciones ambientales con las que contribuyen los glaciares
¿Cómo benefician estos glaciares al Área Protegida Apolobamba?
Según el responsable de Monitoreo del AP Apolobamba “Refrigeran a los bosques primarios de la zona de protección estricta desde la ceja del monte, el agua de estos glaciares dan vida a la población de flora y fauna silvestre a los microorganismos y moluscos, hace la formación de acuíferos, de los bofedales, las lagunas, ríos, lagos, mantiene a las especies vegetales de los bofedales, se usa en el riego para los pastizales contribuyendo a la toda biodiversidad por donde tiene su curso de agua”.
¿Cómo se benefician las poblaciones de estos municipios?
“Las comunidades y sus habitantes se benefician de múltiples formas con las aguas de estos glaciares, lo utilizan para el consumo humano, para la dotación de agua a sus animales, los productores agropecuarios las emplean en sus sembradíos, los ganaderos en camélidos de la puna altiplánica riegan sus pastizales e inclusive, los mismos mineros que están devastando esta área protegida, se sirven de estas aguas de los glaciares para su actividad extractiva”.
Afectaciones y consecuencias del derretimiento de los glaciares de la cordillera de Apolobamba
Las consecuencias y afectaciones para la conservación de la biodiversidad del Corredor Madidi-Pilon-Lajas-Cotapata-Apolobamba, el área protegida y para todos los sectores a los cuales llegan las aguas de los glaciares de Apolobamba, claramente son múltiples, entre ellos podemos mencionar solo algunos:
La migración de especies de fauna silvestre; la pérdida de la gran reserva de agua, las cuales incidirían decisivamente en la desaparición de los humedales y bofedales; la pérdida de la diversidad biológica de flora y fauna silvestre; las afectaciones a todos los ecosistemas y con ello, la belleza escénica y paisajística que es extraordinaria.
Otra de las consecuencias del derretimiento de los glaciares son las rupturas de lagunas glaciares. De acuerdo a la investigación de la inglesa Kathryn Robertson (Investigación de campo sobre Rupturas de Lagunas Glaciares (GLOFs) en la Cordillera Apolobamba, marzo de 2015), en Bolivia solo ha sido documentado un caso relativo a una inundación provocada por la ruptura de una laguna glaciar, que ocurrió en 2009 en un pequeño pueblo llamado Keara, situado en la cordillera de Apolobamba, en la que una laguna glaciar por encima de este pueblo se vació e inundó el valle hacia abajo, cortando comunicación por tierra, por varios meses.
Esta nota periodística fue realizada en el marco del proyecto “Fortalecimiento de las capacidades de comunicadores y periodistas para la conservación de la biodiversidad del Corredor Madidi-Pilón Lajas-Cotapata (MPLC)” implementado por la Asociación Boliviana Pro Defensa de la Naturaleza (Prodena), financiado por el Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Críticos (CEPF) a través de Conservación Amazónica –ACEAA en Bolivia.