Texto y fotografía: Nelson Fernández
La Paz, 19 de agosto 2021 (ANA).– La Planificación Estratégico Financiera (PEF) es una herramienta eficaz para saber con qué recursos se cuenta, cuánto falta por conseguir y qué mecanismos implementar para poder lograr los insumos necesarios que permitan a las áreas protegidas bolivianas cumplir con sus objetivos de creación y crear bases de su sostenibilidad a mediano y largo plazo. Su implementación conjunta y articulada con otros instrumentos técnicos y financieros, así como entre diversos actores clave, permitirá identificar las formas más idóneas para su fortalecimiento además de proyectar estrategias de sostenibilidad para los próximos 10 años.
Plan Estratégico Financiero
Las áreas protegidas vienen a ser instancias determinantes para la continuidad de la vida tal como la conocemos. De sus aportes ecosistémicos, ambientales y socioculturales depende el desarrollo presente y futuro del país.
La Fundación para el Desarrollo del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (FUNDESNAP) se encuentra trabajando de manera coordinada con guardaparques, técnicos, administrativos, Directores y personal del Servicio Nacional de Áreas Protegidas de Bolivia, así como otras entidades vinculadas públicas y de la sociedad civil en la construcción conjunta de un Plan Estratégico Financiero, herramienta que permitirá identificar cuántos recursos financieros y no financieros se tienen disponibles a la fecha y cuánto falta conseguir para una gestión efectiva y adecuada.
A la fecha, se ha logrado identificar y validar con las 22 áreas protegidas de carácter nacional sus necesidades financieras y las brechas que deben ser cubiertas para lograr la implementación adecuada de sus Planes de Manejo, de Protección, de Monitoreo Integral, de Acción Ambiental, Turismo, Educación Ambiental, Investigación y otros instrumentos técnico estratégicos y operativos.
Para implementar de manera efectiva el Plan Estratégico Financiero es fundamental que todos los actores relacionados a las áreas protegidas nacionales se empoderen de su funcionalidad como una opción viable para encaminar la búsqueda de actividades sustentables que propicien la generación de recursos propios, la recaudación solidaria, nuevos mecanismos de fortalecimiento y proyecciones de sustentabilidad para los próximos 10 años.
Las Áreas Protegidas sustentan la vida
La diversidad biológica presente en nuestras áreas protegidas nacionales suministra un conjunto de funciones, ambientales y ecosistémicas fundamentales para el desarrollo de actividades que sustentan la vida y la economía local, regional y nacional a tal punto que cuando abrimos el grifo de agua en nuestras casas y los agricultores tienen riego para su actividad productiva, seguro que la fuente se encuentra en las cuencas y cursos superficiales y subterráneos de agua dulce conservados en nuestras áreas protegidas.
Por otra parte, es importante que todos y cada uno de los bolivianos comprendamos que el fortalecimiento de nuestras áreas protegidas es una responsabilidad compartida por todas las instancias nacionales, internacionales, privadas y población en general, por tanto, la aplicación de una adecuada planificación estratégico financiera permitirá aunar esfuerzos, generar sinergias y proyectar acciones conjuntas que optimicen la conservación de los espacios vitales más importantes del país.
Instituciones al servicio de las Áreas Protegidas Bolivianas
El Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) es una institución creada en 1997 y que está encargada de salvaguardar las áreas protegidas del país. Cuenta con una estructura operativa desconcentrada del Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA) y tiene una dependencia funcional (política y normativa) del Viceministerio de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático y de Gestión y Desarrollo Forestal.
La Fundación para el Desarrollo del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (FUNDESNAP) nace el año 2000, impulsada por el propio SERNAP en alianzas con todos los sectores de la sociedad boliviana y la cooperación, ello para cubrir la necesidad de una institución capaz de administrar y movilizar financiamientos que contribuyan al desarrollo de las unidades de conservación, logrando a la fecha establecer mediante varios mecanismos, como es el caso de los Fondos Fiduciarios que han llegado a un monto de 13,7 millones de dólares de capital (permanente y extinguible entre los años 2002 a la fecha) en diferentes cuentas provenientes de donaciones de entidades bilaterales, multilaterales y privadas para el SNAP.
En 20 años de funcionamiento, estos fondos fiduciarios han logado, entre dividendos, rendimientos e intereses, generar más de $us. 12 Millones que han sido transferidos al SERNAP para las áreas protegidas, dando un promedio de $us. 720,000 para sumarse al presupuesto anual de las áreas protegidas de carácter nacional.
Actualmente el Fondo Fiduciario tiene un valor de $us. 8 Millones, constituyéndose además en el mecanismo que más recursos financieros transfiere de manera estable y permanente al SERNAP para las áreas protegidas de carácter nacional. Adicionalmente, cumpliendo su objeto institucional, FUNDESNAP ha movilizado en fondos de programas y proyectos diversos, más de $us. 22 Millones en estos mismos 20 años, financiando a diferentes entidades públicas, privadas, de la sociedad civil, académicas, productivas, etc. y en general a diferentes sectores de la sociedad, para aportar al desarrollo integral de las áreas protegidas y ecosistemas estratégicos.
Finalmente, es importante destacar el aporte de instituciones estatales, países amigos, organismos de cooperación internacional, organismos no gubernamentales, bilaterales, empresa privada, instituciones académicas y de la sociedad civil en general, que coadyuvan con el fortalecimiento de nuestras áreas protegidas bolivianas como depositarias principales del capital natural sin el que nuestra vida como humanidad no sería posible.
NFG/ANA
Artículo producido en el marco del Proyecto “Fortaleciendo las Bases de Sostenibilidad Financiera del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Bolivia (SNAP) para la Consolidación de Procesos de Conservación”, implementado por FUNDESNAP en coordinación con el SERNAP y bajo el patrocinio de la Fundación Gordon and Betty Moore.