Las voces de alerta se suman en rechazo a la minería en los ríos amazónicos por sus múltiples impactos socioambientales.
Con información de Vicky González e imágenes de Erick Pillco Ayala, periodista de TV Río, Rurrenabaque
Rurrenabaque, junio (ANA).- Las actividades extractivistas han arrinconado a las comunidades indígenas de la Amazonía dentro de sus propios territorios, por lo que demandan respeto a su autodeterminación. A pesar de que rechazan la minería aurífera, esta ha sido impuesta en contra de su voluntad, sus usos y costumbres.
Rosa Peña, secretaria ejecutiva de las Mujeres Campesinas de Pando Bartolina Sisa, señala que pertenece a la comunidad Planchón 2 del municipio Filadelfia de la provincia Manuripi y ha llegado hasta San Buenaventura para participar de un encuentro de análisis sobre la situación de la Amazonía.
“Nuestra tierra siempre ha sido de la comunidad, siempre se ha tomado agua del arroyo, agua dulce, siempre se ha manejado limpio, pero con la minería todo está cambiando (…). Nos dedicamos a sembrar yuca, plátano que es para nuestra sobrevivencia (…). Estamos trayendo las voces de nuestras comunidades y acabamos de debatir. Como departamento hemos votado por una autonomía y se debe respetar, nos tiene que consultar como autoridades sindicales y comunales para tomar decisiones si aceptamos o no la minería”, expresa a Río Noticias para ANA.
En una relación de superficies, afirma que por familia cultivan en una o dos hectáreas, pero resulta que una sola cuadrícula minera abarca 25 hectáreas. “Si somos amazónicos, cuidamos el medioambiente, imagínese que derrumbemos 25 hectáreas nos volveremos pampa y no aceptaremos esa idea y pensamiento, no podemos permitir que este tipo de trabajo extractivista”, cuestiona.
En esa línea advierte que se exigirá a las autoridades departamentales y nacionales, cumplir con la consulta previa, libre e informada a las comunidades indígenas y campesinas para ingresar con la minería al departamento de Pando. “Tiene que funcionar la autonomía y la autodeterminación, y no se debe atropellar a las autoridades campesinas e indígenas”, señala.
Como pulmón de la región –dice la dirigente – que quieren resguardar el medioambiente y la naturaleza para las próximas generaciones y no se puede aceptar que ingrese el trabajo de la minería a la Amazonía, y más con tantas enfermedades que están apareciendo por el mercurio. “Estamos en pie de lucha”, advierte.
Contaminación con mercurio
Varios estudios científicos han demostrado que los niveles de contaminación por mercurio en los organismos de comunarios que viven en las riberas de los ríos Kaka, Beni, Madre de Dios y Mamoré están muy por encima de lo permitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que es de una parte por millón (1ppm).
El artículo 2 de la Constitución Política del Estado señala que “Dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su libre determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales conforme a esta Constitución y la ley”.
Las Directrices de Protección para los Pueblos Indígenas en Aislamiento y en Contacto Inicial (PIACI) de la Región Amazónica, el Gran Chaco y la Región Oriental de Paraguay también marcan las pautas internacionales de respeto a la autodeterminación de los pueblos indígenas y señalan que estos tienen derecho a la vida, a la integridad física, psíquica y moral, a la autodeterminación, al territorio y al mantenimiento de sus culturas.
El derecho a la autodeterminación es entendido como el respecto a las estrategias de sobrevivencia física y cultural, según sus usos y costumbres. Ante esta situación los gobiernos deben adoptar medidas especiales de protección para estos pueblos.
Mario Huari Cartagena, comunario de la nación étnico Tacana II recuerda que hace unos años en las comunidades se podía beber agua dulce y cristalina, así como vivir de la pesca, la caza y la recolección de productos silvestres como cacao, castaña y almendra, pero que ahora todo está contaminado por la minería.
“Teníamos agua viva pero ha cambiado bastante porque nuestros hermanos mineros van cambiando el cauce del río y no llega suficiente agua para el riego y con la contaminación del mercurio es agua nos está enfermando, están haciendo de las suyas, talar árboles y fabrican sus balsas, la amenaza que hacen al medioambiente es cada vez peor”, menciona el originario.
El comunario señala que con el programa “Para Vivir Bien” ha podido competir a nivel internacional con el cacao que siembra a orillas de las riberas. “He sido ganador del mejor chocolate mejorado; en Miraflores hay 40 hectáreas de cacao nativo, está sembrado sobre el margen del río, pero estamos amenazados, le decimos al Gobierno lo del subsuelo es del Estado, pero lo que está encima que se nos respete porque nosotros somos dueños, eso me sirve para la educación, la salud, la alimentación”, reclama.
Don Mario dice que quiere dejar algo para sus hijos y sus nietos, pero que la minería está matando los ríos. “Se nos fue la castaña, se nos fueron las pieles, se nos fue la goma y queremos sembrar en nuestra hermosa Amazonía (…). En la mañana nos da plata el Estado, en la tarde les da a la minería y en la noche nos están tumbado lo que hemos sembrado en la mañana, si no planteamos mano dura vamos a tener que desaparecer porque el desmonte es bastante”, alerta. Lamenta que después que un día con su voto apoyó al gobierno de turno para que trabaje por todos, hoy ven con impotencia que los mineros ponen en peligro sus recursos y su territorio. “Más de 80 aves tenemos que nos visitan, es muy hermoso convivir con la naturaleza, pero los mineros están violando los acuerdos, no podemos hacer la plantación porque necesitamos riego. No se respeta nuestra independencia a vivir como queremos”, dice.
Tacanas: por el respeto a la naturaleza
La nación étnico Tacana II es un pueblo indígena originario de la Amazonía de Bolivia. Vive en las regiones de Ixiamas, Tumupasa y San Buenaventura, de la provincia de Abel Iturralde, en el departamento de La Paz; también se encuentra diseminado por los ríos Beni, Madre de Dios y Orthon, en el departamento del Beni y Pando.
Los tacanas se organizan socialmente en base a la familia nuclear, formada por los enlaces directos. Tienen tendencia a contraer matrimonios endogámicos en un alto porcentaje, aunque ello no es estricto y cualquiera puede casarse con personas de otro pueblo. Su actividad económica se reparte entre la agricultura, la caza, la pesca, la recolección y la artesanía, dentro del modo amazónico tradicional
Este pueblo amazónico conserva sus creencias y prácticas religiosas tradicionales, basadas en el chamanismo y el respeto a la naturaleza. De manera paralela, también practican el cristianismo, debido a la influencia de las misiones franciscanas y jesuitas que ingresaron a la región desde el siglo XVII.
Dicha nación originaria que subsiste en el norte del país también tiene una rica expresión cultural, que se manifiesta en sus fiestas, danzas, música, artesanía y literatura oral. Algunos ejemplos son el carnaval tacana, la danza del jaguar, los instrumentos musicales como el pinkillo y la quena, las canastas y sombreros tejidos con fibras vegetales, así como las leyendas y mitos que narran el origen de su pueblo y su relación con el entorno.
Julio César Cavinas, presidente de la Organización de Comunidades Indígenas de Rurrenabaque (OCIR), recuerda que esta zona tradicionalmente amazónica, vivía de la castaña, la goma, el cacao, la pesca y la caza, pero que lastimosamente algunos comunarios, tras aprovechar la madera, vendieron algunos sectores en las laderas y por tal motivo se convirtió en reserva del municipio de Reyes del departamento de Beni.
“La historia ha sido muy terrible, las comunidades cuentan 50 a 70 hectáreas de papaya y 120 hectáreas de plátano, pero la gente de Puerto Motor está consumiendo agua de río porque no hay agua potable (…). Antes íbamos a pescar, el agua era cristalina, pero ahora el agua es turbia debido a que trabajan las dragas (mineras) más arriba”, afirma el líder indígena.
Y es que lo que pasa aguas arriba, afecta aguas abajo, y lo sabe el presidente de la OCIR quien señala que hubo la determinación de rechazar la actividad minera en la zona. Rurrenabaque es la puerta al área protegida más biodiversa del mundo como es el Parque Nacional de Área Natural de Manejo Integrado Madidi y la Reserva de la Biósfera y Tierra Comunitaria de Origen Pilón Lajas.
Ambas áreas protegidas forman parte del Corredor de Conservación de la Biodiversidad Madidi-Pilón Lajas-Cotapata-Apolobamba, considerado un hotspot, por ser un sitio caliente que ofrece una gran riqueza en flora y fauna, pero que también sufre múltiples presiones en su ecosistema, como las operaciones mineras, la deforestación, actividades petroleras y la agroindustria.
“Hemos dicho que hay un voto resolutivo de no dejar entrar a las empresas mineras, hubo una comisión para sacar áridos, pero están camuflando sus actividades (…). Tenemos un camino productivo que va por la caza, pesca, vamos a plasmar resoluciones y coordinar con el municipio, para que hablen con nosotros y ver si verdaderamente se va a trabajar y no se va a permitir la minería porque van a provocar desastres naturales y contaminación”, expresa.
La Ley 450 de Protección a Naciones y Pueblos Indígena Originarios en Situación de Alta Vulnerabilidad en Bolivia en su artículo tres referido a la Libre determinaciónseñala “En virtud de la cual, las naciones y pueblos indígena originarios en situación de alta vulnerabilidad, cuya sobrevivencia física y cultural esté extremadamente amenazada, determinan libremente su condición política y persiguen su desarrollo económico, social y cultural, en el marco del Estado Plurinacional. La libre determinación deberá interpretarse de manera diferenciada.
El presente reportaje fue realizado en el marco del proyecto “Fortalecimiento de las capacidades de comunicadores y periodistas para la conservación de la biodiversidad del Corredor Madidi-Pilón Lajas-Cotapata (MPLC)” implementado por la Asociación Boliviana Pro Defensa de la Naturaleza (Prodena), con el apoyo financiero del Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Críticos (CEPF) a través de Conservación Amazónica –ACEAA en Bolivia.
ANA