Oxígeno, agua, diversidad genética, flora, fauna, microorganismos… son algunos de los servicios ambientales que brindan estos espacios de vida.
Coroico, marzo de 2023.- En ocasión de la realización del proyecto de fortalecimiento de las capacidades de comunicadores y periodistas cuyo primer capítulo se desarrolló entre el lunes 20 y el miércoles 22 en la localidad yungueña de Coroico, los guardaparques del Área Natural de Manejo Integrado Nacional Apolobamba (ANMIN Apolobamba) destacaron los invalorables servicios ambientales que proporcionan las áreas protegidas.
En esta ocasión conversamos con Ricardo Guamán y Francisco Ticona, guardaparques del ANMIN Apolobamba quienes participaron del proyecto comunicacional y accedieron gentilmente a una entrevista de la cual uno de sus componentes consistió en el aporte que brindan las áreas protegidas. Al respecto cabe incidir en que el área protegida de Apolobamba se encuentra al occidente del departamento de La Paz y comprende, entre otros importantes lugares, la reserva Nacional de Ulla Ulla.
De la misma manera, la cultura kallawaya que habita al interior de esta área protegida, fue declarada en el año 2003 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Servicios ecosistémicos
Las áreas protegidas (AP), más allá de su categoría de manejo o si son de carácter nacional, departamental o municipal, brindan importantes servicios ambientales como la provisión de agua, la regulación del clima, el turismo sostenible, la investigación científica y el importante patrimonio cultural de sus comunidades.
Entre los ejemplos de dichos servicios es posible citar a la captación y filtración de agua, mitigación de los efectos del cambio climático, generación de oxígeno y asimilación de diversos contaminantes, también está la protección de la biodiversidad, la retención de suelos, el constituirse en refugio para la fauna silvestre y la belleza escénica, entre otros.
“Porque las AP lo primero que brindan son los servicios ambientales, tienes la producción de oxígeno, te provee agua, la diversidad genética de la flora, fauna y también los microorganismos. Entonces las AP son importantes porque en sí son reservorios de la gran cantidad de agua que se consume, por ejemplo Apolobamba, parte de Cotapata también, podemos hablar del Parque Nacional Tunari en Cochabamba, entonces las ciudades que consumen agua son aguas que son, salen de las áreas protegidas, generalmente son aguas de origen glaciar y algunas son de origen geológico”, reflexionó el guardaparque Ricardo Guamán.
Simplemente un elemento de un área protegida: el suelo, el servicio ecosistémico más conocido que brinda el suelo es el de provisión, ya que es el sustrato para la obtención de cultivos comestibles, para forraje, fibras y combustible. Se estima que más del 95% de los alimentos se producen directa o indirectamente en los suelos.
Deforestación, caza y minería
Sin embargo es innegable que las áreas protegidas son víctimas de serias amenazas que recorren desde la deforestación, la caza, la minería, la remoción de cuencas, los incendios (generalmente provocados), la instalación insuficientemente planificada de infraestructuras como represas y carreteras, añadiéndose a ello, entre otras amenazas, la extinción paulatina de los pueblos indígenas y su cultura.
“Por ejemplo en nuestra realidad, tenemos amenazas en el tema de conservación de la fauna, el tema de las vicuñas, la caza. También está no solamente la vicuña, sino que también está la pesca furtiva de especies que se encuentran en el agua, por ejemplo el ispi. Está también el otro tema que es el tema de los usos, también nos está vulnerando tal vez, se los está sacando de su hábitat, no se los está dejando vivir tranquilamente. Ahora esto es a causa de las actividades humanas, a veces ya estamos con el tema de las fronteras agrícolas, el chaqueo de bosques, también una parte es del ingreso de las maquinarias pesadas así como las actividades mineras”, agregó Francisco Ticona, el otro guardaparque del ANMIN Apolobamba.
Inicialmente, el 7 de enero de 1972, esta área protegida fue creada a partir de la ampliación de la reserva Nacional de Fauna Ulla Ulla con el fin de proteger los ecosistemas altoandinos, así como una de las poblaciones más grandes de vicuña de Bolivia.
El ANMIN Apolobamba cuenta con una superficie de más de 483 mil hectáreas, está situado en tres provincias: Bautista Saavedra, Larecaja y Franz Tamayo, al tiempo que involucra cuatro municipios: Curva, Charazani, Pelechuco y Mapiri.
La Asociación Pro Defensa de la Naturaleza (Prodena), implementa el proyecto “Fortalecimiento de las capacidades de comunicadores y periodistas para la conservación de la biodiversidad del Corredor Madidi – Pilón Lajas – Cotapata (MPLC)” financiado por el Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Críticos (CEPF), a través de Conservación Amazónica – ACEAA en Bolivia (VLM).