“La minería está relacionada con el narcotráfico y se estima que cada año más de 130 toneladas de mercurio ingresan ilegalmente a Brasil alimentando el multimillonario negocio del oro en minas clandestinas”
La Paz, enero de 2024 (ANA).- La minería está relacionada con el narcotráfico y se estima que cada año más de 130 toneladas de mercurio ingresan ilegalmente a Brasil, alimentando el multimillonario negocio del oro en minas clandestinas, afirmó Rizza Oliveira del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Renovables (IBAMA)
Se trata de una de las conclusiones a las que arribaron los expositores brasileños en el seminario internacional: “Gestión del mercurio para la minería aurífera: Intercambio de experiencias de América Latina”, en el que participaron expertos de Bolivia, Colombia, Perú y Brasil.
“Hasta en frascos de champú ingresa el mercurio”, dijo Oliveria, al referirse al ingreso ilegal de la sustancia tóxica para el uso de la extracción del oro, en un país donde el es ilegal el ingreso del mercurio.
Al igual que en Bolivia, señaló que el mercurio es utilizado en zonas amazónicas, afectando principalmente a comunidades indígenas. El mercurio -como lo han demostrado varios estudios- provoca daño en el entorno natural, en los ríos, en los peces y en los seres humanos, siendo indígenas y campesinos los más impactados.
Brasil ratificó el Convenio de Minamata mediante decreto 9470 el 14 de agosto de 2018, donde no existen minas primarias de oro, por consiguiente el 100% del mercurio que se emplea es ilegal.
El mercurio, según la especialista, ingresa a Brasil en ocasiones por los puertos que dan al Océano Atlántico, pero en otras muchas ingresa por vías encubiertas de sus extensas fronteras, específicamente desde Bolivia, donde la importación del mercurio es legal.
Rizza Oliveira cuestionó además que se siga hablando de minería artesanal o a pequeña escala cuando en Brasil se utilizan maquinarias de alto tonelaje, dragas, balsas y otras tecnologías que extraen toneladas del metal.
Las importaciones regulares de mercurio efectuadas por Brasil, en su mayoría, tienen como objetivo abastecer las plantas de cloro-álcali. El álcali es una sustancia química que se puede disolver en agua, combinarse con ácidos para formar sales y hacer que el ácido sea menos ácido.
En ese sentido el cloro-álcali hace referencia a las dos sustancias químicas (cloro y un álcali) que se producen simultáneamente como resultado de la electrólisis del agua salada, el propósito: producir hidrógeno o hidróxido de sodio.
Sin embargo, en la lucha contra la minería ilegal se confiscaron varias toneladas de mercurio, que pretendían ser encubiertas bajo el falso argumento de que iban para uso odontológico.
Ingresan más de 130 toneladas anuales de mercurio
La expositora reveló que en promedio ingresar de manera ilegal 130 toneladas de mercurio a su país para abastecer las minas de oro, “se estima que cada año más de 130 toneladas de ese mineral ingresan ilegalmente a Brasil alimentando el multimillonario negocio del oro en minas clandestinas”, ello en cuanto a que la Amazonía concentra casi la totalidad del área con minas de oro en Brasil, ello equivale al 92 por ciento.
A ello se añadió que casi la mitad de ese porcentaje que refleja los territorios amazónicos con actividad minera, mismo que es equivalente a un 40.7 por ciento, ha sido abierto en los últimos cinco años, esto es desde 2018 a 2019. De ese 92 por ciento cuantificado en 263 mil hectáreas, el 85.4% son para la extracción de oro, de la misma manera es considerable la afectación de esa minería a tierras indígenas; todo en base a datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil.
En el seminario internacional auspiciado por la Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib) por el apoyo de la Unión Europea, la Alianza de Oro y We World, también se consideró la legislación de control de mercurio en Brasil, de lo la exposición rescató el que el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA) establece la política nacional ambiental y mediante ley se otorga a esa organización la facultad de autorizar la importación, comercialización y uso de mercurio, dejando claro que se trata de una sustancia que pone en riesgo la vida y el medio ambiente.
Y si bien se realizan constantes inspecciones para verificar el tratamiento del mercurio, observando que en medio existen instancias criminales, se tropieza con factores como el número escaso de inspectores y carreteras obsoletas, asimismo el área en la que deben realizarse las inspecciones es demasiado amplia y se ha evidenciado el alto riesgo que provoca la asociación de la minería con el narcotráfico en la región amazónica.