En el Censo de 2001, se preguntó por primera vez sobre la autoidentificación étnica. El 62% de la población mayor de 15 años se autoidentificaba como de origen indígena u originario.
La Paz, 21 de marzo (ANA).- Ante el interés de censar a su población, las centrales y organizaciones indígenas de tierras bajas se han visto en la necesidad de garantizar con agentes censales, transporte y alimentación la realización del Censo de Población y Vivienda en respuesta a las carencias de logística del Instituto Nacional de Estadística (INE), informa el Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS).
En el censo de 2012, “los censistas llegaron con sus propios recursos, pero lo hicieron a medias, a varias comunidades no llegaron, por eso estamos metiendo censistas a las comunidades para que lleguen esta vez”, explica Jorge Chamaro, secretario de Tierra y Territorio de la Central Indígena de la Región Amazónica de Bolivia (CIRABO).
El propio Chamaro se anotó como empadronador para levantar información visitando las viviendas del Territorio Tacana durante el día del censo, el 23 de marzo, que se extenderá a más jornadas en las zonas alejadas de los centros urbanos.
En el Censo de 2001, se preguntó por primera vez sobre la autoidentificación étnica. El 62% de la población mayor de 15 años se autoidentificaba como de origen indígena u originario. En el Censo de 2012, ese porcentaje se redujo en veinte puntos, llegando al 41% de habitantes del país que se adhirió a la autoidentificación étnica.
Ahora las organizaciones indígenas esperan con expectativa ser registradas para que, en función de esos resultados, puedan acceder a recursos para atender las carencias de acceso a servicios básicos, salud y educación, entre otros servicios y derechos, en sus comunidades.
A pesar de que la ubicación de distintas comunidades indígenas coincide con la jurisdicción de algún municipio, esta vez las organizaciones indígenas tuvieron que movilizarse para garantizar la llegada de los empadronadores hasta los lugares más recónditos.
Juan Pablo Marca, investigador en el Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS), mencionó que la importancia del censo para las comunidades indígenas radica en que a partir de su autoidentificación étnica se podrá conocer la cantidad de mujeres y hombres que viven en los territorios y que se definen como parte de los pueblos indígenas que habitan las tierras bajas del país. Al mismo tiempo, la información servirá a las comunidades para elaborar sus planes de vida o gestión territorial y para profundizar las demandas por un mejor ejercicio de sus derechos individuales y colectivos.
En el caso de las autonomías indígenas, el investigador del CEJIS señaló que a pesar de que será el primer censo que se realiza con autonomías indígenas en vigencia, “no existe la opción para quien reside en un Gobierno Autónomo Indígena Originario Campesino, lo que es un vacío para las personas que viven en esa jurisdicción y, por consiguiente, reduce la posibilidad de contar con información necesaria para la planificación y gestión de estas entidades”. Los datos que se logren recoger en las jornadas en las que se desarrollará el Censo serán un insumo para la discusión del pacto fiscal, así como la necesidad de realizar ajustes a las normas que regulan la gestión pública.
La presidenta de la Subcentral de Mujeres Indígenas del Territorio Indígena Mojeño Ignaciano (TIMI), María Liz Suárez, explicó que la gente estaba bastante desinformada durante el censo 2012, pero para esta ocasión la Subcentral mixta y la organización de mujeres realizaron talleres, capacitación y coordinaciones que permitirán un censo exitoso y una participación masiva de la población que habita las 19 comunidades que integran el territorio.
Suárez comentó que lograron garantizar la cobertura incluso de las cuatro comunidades de difícil acceso del TIMI a las que se llega con la ayuda de canoa y caballo. “Una ONG apoyó con el transporte y el municipio, con dos motocicletas; la subalcaldía (indígena) nos está dotado de víveres para llegar a las estancias más alejadas, se va a necesitar varios días, por eso vamos a empezar antes para ganarle tiempo al tiempo”, dijo.
En el Territorio Lomerío, en la Chiquitanía del departamento de Santa Cruz, la Central Indígena de Comunidades Originarias de Lomerío (CICOL) se organizó de tal manera que hay responsables zonales para la actividad y solo falta esperar el momento de la encuesta.
Anacleto Peña, cacique de la CICOL, expresó tranquilidad por la logística y respeto por la libertad de las personas de autoidentificarse o no con un grupo étnico. “Estamos tratando de socializar los conceptos, pero también estamos conscientes de que hay gente que tal vez ya no acepta eso (autoidentificación étnica). Eso también es parte de la libertad de opinión”, dijo.
Los gobiernos autónomos indígenas
Para el Censo de 2012, en el país no se habían reconocido formalmente los gobiernos autónomos indígenas. Esta será la primera vez que el Estado tomará datos de territorios con gobiernos indígenas propios, por ello, los GAIOC están expectantes del conteo de su población. El proceso censal se desarrollará en las ocho autonomías actualmente constituidas: Charagua Iyambae, Kereimba Iyambae, Raqaypampa, Jatun Ayllu Yura, Salinas de Garci Mendoza, Chipaya, Distrito de Ch’alla y el Territorio Indígena Multiétnico (TIM).
En la Amazonía sur, Alfredo Matareco, cacique del Gobierno Autónomo del Territorio Indígena Multiétnico (GATIM), constituido como órgano de gobierno en 2023, dice que algunas comunidades están a cuatro o cinco días del centro urbano más importante que es San Ignacio de Mojos.
Por tanto, para recorrer todas las comunidades, necesitaron recursos para transportar las boletas censales y a los 120 empadronadores que intervendrán.
“El INE se apoya en los gobiernos autónomos, solo garantiza el material y técnicos, pero en el tema logístico lo garantiza cada gobierno autónomo”, explica Matareco. El GAI del TIM está en pleno nacimiento y organización, así que carece de recursos para destinar a temas logísticos.
Frente a ese panorama, las nuevas autoridades indígenas recurrieron a ONG y Fundaciones, “las instituciones de apoyo, (para que) puedan aportar su granito de arena para que podamos hacer llegar el material censal a su destino”.
Lo mismo sucede en el Gobierno Autónomo Guaraní de Charagua Iyambae constituido en 2017. Delcy Medina, Tëtarembiokuai Reta Imborika (Ejecutiva) del gobierno indígena, explica que “el INE solamente pone la capacitación y el personal, pero los municipios y las GAIOC tienen que correr con la parte logística, como transporte y repartición de materiales”.
En Charagua, los empadronadores voluntarios también fueron reunidos y convocados por la Gobierno Autónomo Guaraní, que a la vez organizó a los jefes zonales y responsables de área. “Ayer se entregaron boletas a cada una de las zonas. Los ejecutivos zonales se han ido ya cada cual con su caja de boletas censales para repartir a los censistas voluntarios. El viernes en la tarde se van a ir los censistas a las colonias y comunidades que les toca para empezar al otro día el censo”, explicó Delcy Medina.