Las familias tacana y ese ejja recibieron resultados de laboratorio sobre contaminación con mercurio.
Los indígenas varones Tacanas y Esse Ejjas comprendidos entre los 45 y 50 años resultaron los más impactados por el mercurio en sus organismos, revela un estudio realizado en seis comunidades por la Universidad de Cartagena de Colombia, con el apoyo del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Cejis) y el Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib).
El límite de concentración del mercurio permitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el cuerpo humano es de 1 ppm, por considerarse un químico entre los diez más tóxicos. Los indicadores mostraron niveles muy por encima de lo máximo permitido; entre los varones comprendidos entre 45 y 50 años, los promedios registrados oscilaron en 5,10 ppm, mientras que en el grupo etario de 65 a 70 años los niveles fueron de 3,83 ppm.
En el caso de las mujeres, las más impactadas fueron las comprendidas entre los 35 y 40 años, con un promedio de 3,06 ppm y las jóvenes entre 20 y 25 años con 2,70 ppm de mercurio en su organismo.
El promedio concentración identificado en la población de estudio fue de 2,55 ppm, superando con creces el límite permisible de 1 ppm. El promedio de concentración de mercurio, por género, revela que las muestras de cabello de los hombres tienen un nivel de 2,79 ppm y de las mujeres, de 2,38 ppm.
La Universidad de Cartagena, en Colombia, fue la entidad encargada de analizar las muestras biológicas (cabellos) tomadas de personas voluntarias en seis comunidades: Exaltación, Loreto, Genechiquia, Palestina, Trinidadcito y Miraflores que pertenecen a las comunidades Tacana y Ese Ejja.
Las familias de las seis comunidades del Territorio Indígena Multiétnico, ubicado en los departamentos de Beni y Pando sobre la ribera del río Madre de Dios, recibieron los resultados de exámenes de laboratorio que constataron la contaminación por mercurio en muestras biológicas tomadas de sus miembros.
Los resultados expresan que, en todos los rangos de edad y en ambos sexos, se superan los límites permisibles de concentración del metal pesado.
Los sobres manila estaban sellados y tenían el nombre de cada persona voluntaria o voluntario que accedió a la toma de muestras. Dentro de los sobres se encontraba el resultado de laboratorio. Las personas abrieron sus respectivos análisis y fueron leyendo los resultados con apoyo técnico.
“Ha causado un gran impacto ver el resultado”, dijo Jorge Chamaro, dirigente de la Central Indígena de la Región Amazónica de Bolivia (CIRABO) organización que promovió la toma de muestras en 2022 y que acompañó la entrega de resultados.
Los exámenes fueron posibles gracias a una colaboración entre el Cejis y el Cedib con la participación de la Universidad de Cartagena. Los especialistas analizaron las muestras para medir en ellas la cantidad de partículas de mercurio presentes. El parámetro de referencia fue la medida de 1 parte por millón (ppm) de mercurio.
Con influencia de la minería aurífera
Las comunidades cuyos habitantes participaron en el estudio están ubicadas en la región de influencia de la minería aurífera aluvial. En otro estudio del Cejis y la CIRABO, realizado en 2021, se verificó que 180 balsas que se encuentran en el río Madre de Dios explotando minerales de forma ilegal usan el mercurio para extraer el oro, se calcula que liberan a las aguas cerca de 250 kilos de ese elemento por mes.
De acuerdo al estudio realizado por CEJIS y la CIRABO, con información generada por monitores territoriales indígenas del TIM II, entre julio de 2021 y agosto de 2022 más de 250 balsas se encontraban explotando oro de forma ilegal.
En octubre de 2022, la Cirabo presentó una denuncia ante al Relator Especial sobre Sustancias Tóxicas y Derechos Humanos de Naciones Unidas, Marcos Orellana, por la presencia de minería ilegal, el uso irracional de mercurio, el impacto a la salud de las y los habitantes de las comunidades y al medio ambiente.
El dirigente Chamaro explicó que los resultados del estudio de concentración de mercurio en muestras biológicas serán enviados a las autoridades de distintos niveles gubernamentales, a la vez que a las organizaciones de los balseros, pescadores y otros gremios cuya actividad productiva se realiza alrededor del río.
Madre de Dios, reserva fiscal
Las comunidades están ubicadas en las riberas del río Madre de Dios que tiene la categoría de reserva fiscal minera desde 2018, mediante el DS 3516. En los 172 kilómetros del Madre de Dios que atraviesa el TIM II, la CIRABO y el CEJIS identificaron en 2021 dos Autorizaciones Transitorias Especiales (ETA) a favor de la cooperativa Minera ASOBAL con una extensión de cinco cuadrículas mineras (125 hectáreas) cada una.
“Están molestos y preocupados los comunarios, es una causa para preocuparse de la salud, porque a la larga va a causar impacto en los niños y jóvenes”, dijo Chamaro, sobre las y los comunarios que recibieron los resultados de laboratorio. Los dirigentes piensan ahora en pedir una medida precautoria en resguardo de la salud de sus habitantes, así como del medio ambiente.
Las poblaciones Tacana y Esse Ejja obtienen parte de su alimentación de la pesca en los ríos de la región. Esta es la vía probable de contaminación por mercurio para ellas, aparte de la relación directa con la actividad minera en la que podrían estar involucrados los hombres como mano de obra.
Al momento de tomar las muestras, las familias reportaron la existencia de personas con ceguera, daños en la piel o debilidad muscular. Los malestares podrían haber sido producidos por la contaminación con mercurio. Sin embargo, no hay certeza y tampoco datos del sistema de salud estatal o pública sobre esta situación.
El pueblo Esse ejjas -de origen nómada- vive en un área marginal sobre 10 hectáreas donadas por la iglesia evangélica en el municipio San Buenaventura, luego que esta nación indígena perdiera su territorio ancestral a las orillas del río Beni, tras ser ignorada por Estado durante el proceso de titulación de Tierras Comunitarias de Origen (TCO).
San Buenaventura forma parte del Corredor de Conservación de Biodiversidad Madidi-Pilón Lajas-Cotapata-Apolobamba, que atraviesa cuatro áreas protegidas de alta importancia.
La presente nota fue realizada en el marco del proyecto “Fortalecimiento de las capacidades de comunicadores y periodistas para la conservación de la biodiversidad del Corredor Madidi-Pilón Lajas-Cotapata (MPLC)” implementado por la Asociación Boliviana Pro Defensa de la Naturaleza (Prodena), con el apoyo financiero del Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Críticos (CEPF) a través de Conservación Amazónica –ACEAA en Bolivia.
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