Son aves migratorias y ahora más de siete están en ese sitio altoandino, área protegida por el Estado boliviano y donde pululan entre las lagunas Estrellani, Patalarama e Incachaca. Bolivia tiene grandes privilegios como sus parques nacionales que solo esperan ser visitados. Para ello, los turistas solo deben registrarse ante el guardaparque en la caseta del área protegida, de esa manera pueden obtener información apropiada del lugar, así como apoyar y fortalecer su laboriosa gestión.
La Paz, septiembre de 2021.- Más de cinco flamencos andinos migraron hacia el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Cotapata (PN ANMI Cotapata), y ya se encuentran desde mediados del mes de julio entre las lagunas Estrellani, Patalarama e Incachaca, entre otras del sector, donde se encuentra el campamento La Cumbre, uno de los dos que cubren esa extensa área protegida que se extiende hasta el sector de los valles yungueños (Santa Elena).

“Hace un mes y medio, casi dos meses ya, llegaron unas aves migratorias que son los flamencos, primeramente llegaron entre dos y posteriormente ya aparecieron entre siete, actualmente están dos acá”, comentó Marcelo Quispe, uno de los siete guardaparques del PN ANMI Cotapata. ,
El PN ANMI Cotapata, una de las 22 áreas protegidas de carácter nacional administradas por el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP), fue creado en 1993 con los objetivos de proteger y resguardar las altamente frágiles cuencas hidrográficas, los ecosistemas altoandinos y de bosque húmedo, así como la gran biodiversidad de flora y fauna, comprendiendo más de sesenta mil hectáreas (61.266 ha) y encontrándose al noroeste de La Paz, entre las provincias Nor Yungas y Murillo, por lo que involucra a los municipios de La Paz y Coroico (www.sernap.gob.bo/cotapata).

Amplia avifauna

La laguna Estrellani, que marca el descenso a los Yungas y es aledaña al campamento La Cumbre (4652 m), alberga una amplia avifauna que comprende huallatas, gaviotas, patos, marías, entre otros, “normalmente lo que habita aquí en las lagunas son las huallatas, los patos, las ungallas, tancallas, las gaviotas que ya son muy comunes vienen a esta zona, también hay marías”, complementó Quispe.

Según informó el guardaparque, ya el pasado 2020 llegó una pareja de flamencos (quizá en misión exploratoria), pero luego de una semana se fueron, “el año pasado vinieron dos (flamencos), así al año una vez vinieron, al paso se quedaron una semana, así, luego emprendieron vuelo, pero ya este año se están quedando acá, no sabemos cuánto tiempo se quedarán, ya casi dos meses están”.
Vulnerabilidad y amenazas

También conocido como parina grande, pariguana y a nivel global Andean flamingo, el flamenco andino (Phoenicoparrus andinus) es un ave categorizada como vulnerable y de un cuerpo que supera los 100 cm de largo, más blancuzco que otras especies similares, con cobertura rosada y una zona violácea, pico negro y grueso y el tercio posterior del cuerpo que es también negro (MMAyA 2009, Libro Rojo de la Fauna de Vertebrados Silvestres de Bolivia, La Paz, pp.385-386).
Esta especie que habita en sectores mayormente altiplánicos de Bolivia, Perú, Chile y Argentina, aunque también puede hallarse en humedales de tierras bajas, se encuentra amenazada por la contaminación de los humedales, provocada por la actividad minera y las aguas residuales, especialmente en el noroeste de Potosí, así como en los lagos Poopó y Uru Uru, que al día de hoy han reducido dramáticamente su nivel y extensión (Ibíd.).
También se consideran como amenazas a la especie a la actividad turística intensiva y no regulada, la introducción de ganado no autóctono (vacuno y ovino), el desagüe de lagunas para fines de riego y la extracción de huevos de colonias de nidificación de flamencos (Ibíd.).
Turismo responsable y regulado hacia el Parque Nacional ANMI Cotapata

En ese sentido es muy importante el efectuar un turismo responsable y regulado para poder apreciar, estudiar y fotografiar a estas hermosas aves en su hábitat natural y que ahora se encuentran a pocos kilómetros de la sede de gobierno (30 km), evitando en todo momento el perturbarlas o peor aún, llevar mascotas o aparatos de sonido que espantan a estas hermosas especies migratorias o por supuesto, no verter restos en la laguna Estrellani o en otras de su entorno, ni tampoco hacerlo en sus riberas y alrededores.
Para este fin, quien mejor que el guardaparque que además indicará a los visitantes los atractivos del lugar, cómo llegar a ellos, así como cuáles son las prevenciones y actitudes recomendadas.
Algas y abono

De tal manera las rutas migratorias de esta ave andina de Bolivia oscilan en toda la región del altiplano, especialmente las que comprenden a los departamentos de La Paz, Oruro y Potosí, pero dichas rutas también se extienden a áreas aledañas de Perú, Chile e inclusive Argentina (Rocha & Quiroga 2009).
Es muy especializado el lugar donde moran los flamencos. Generalmente se los encuentra en lagos y lagunas, dichos acuíferos suelen alcanzar una profundidad máxima de un metro, siendo esas aguas saladas o alcalinas (capaces de neutralizar los ácidos), pero bastante variables, pues gracias a ello sus lechos lodosos tienen diversidad en algas diatomeas y otros organismos que constituyen el principal alimento de estas aves, porque son los últimos consumidores de esos vegetales en los ecosistemas altoandinos (MMA y A, 2009).
Cabe recordar que las diatomeas son algas unicelulares, entre otras, que constituyen uno de los tipos más comunes de fitoplancton y son muy importantes reproductores en la cadena alimenticia. En consecuencia, al procesar los flamencos estas algas, abonan un fertilizante natural muy beneficioso para los suelos (www.ecología verde.com).
Visitemos nuestras áreas protegidas
Bolivia tiene grandes privilegios como sus parques nacionales y que solo esperan ser visitados, para ello es preciso que los turistas se registren ante el o la guardaparque en los diferentes campamentos del Servicio Nacional de Áreas Protegidas, de esa manera pueden obtener información apropiada del lugar, así como apoyar y fortalecer su laboriosa gestión.
Esa información apropiada le permite al visitante gozar de los mejores lugares tanto paisajísticos como de observación de fauna, restos arqueológicos o formaciones geológicas particulares, entre otros, así como el evitar desplazarse inadecuadamente en sitios capaces de presentar riesgos.
Fortalecimiento del PN ANMI Cotapata

Con tu visita al PN ANMI Cotapata y tu respectivo registro contribuyes a fortalecer la gestión de este territorio especial de conservación administrado por el Servicio Nacional de Áreas Protegidas de Bolivia que requiere del aporte del turismo nacional e internacional para poder generar opciones de visitación sustentable y responsable.
En ese sentido, entidades como la Fundación para el Desarrollo del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (FUNDESNAP) en más de 21 años de trabajo constante, contribuyen a la sostenibilidad financiera de las áreas protegidas nacionales fomentando la promoción del turismo responsable en esos espacios naturales.
Asimismo, FUNDESNAP, por el rendimiento de los fondos fiduciarios que maneja, realiza un apoyo al presupuesto institucional del SERNAP que incluye el pago de salario de guardaparques, entre otras acciones que apoya la institución.
Artículo producido en el marco del Proyecto “Fortaleciendo las Bases de Sostenibilidad Financiera del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Bolivia (SNAP) para la Consolidación de Procesos de Conservación”, implementado por FUNDESNAP en coordinación con el SERNAP y bajo el patrocinio de la Fundación Gordon and Betty Moore.