Los humedales se alimentan de aguas subterráneas, pero estas son afectadas por las actividades humanas como la industria, el extractivismo, la expansión urbana y los agroquímicos.
La Paz, marzo de 2022 (ANA).- Las actividades humanas como el extractivismo, los pesticidas y la expansión urbana descontrolada, entre otras, son las principales causas de que las aguas subterráneas, de las que dependen todos los ecosistemas, estén contaminadas con residuos, metales pesados o simplemente se agoten, pese a que alimentan humedales, lagos, lagunas, ríos y todo tipo de acuíferos naturales.
Este 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua, proclamado como tal por la ONU en 1992 y este 2022 se tiene como tema central a lo que son las aguas subterráneas, las que si bien no son visibles tienen un rol fundamental en cuanto a todo tipo de vida en el planeta, pues aguas subterráneas existen hasta en las regiones más áridas.
Sin embargo, la existencia de las aguas subterráneas también está amenazada por la sobreexplotación de esos recursos hídricos, pues la contaminación de aguas subterráneas se produce por la migración de contaminantes hacia los acuíferos, los que alteran las propiedades fisicoquímicas de las aguas, perjudicando su calidad y provocando el desecamiento de los suelos.
Salud humana y biodiversidad afectadas
Paralelamente a ello, la salud humana se ve afectada así como el desarrollo productivo y desde luego, es afectado negativamente el medio ambiente natural con la consecuente desaparición de la biodiversidad tanto en flora como en fauna, al ser las aguas subterráneas contaminadas por el extractivismo minero con el consecuente uso del mercurio entre otros químicos.
A ello se suman la industria con sus altas demandas de agua para el enfriamiento, proceso y limpieza; las actividades agrícolas que usan pesticidas, fertilizantes y herbicidas y a ello se agrega la contaminación que a las aguas subterráneas también producen los sistemas de agua residenciales, es decir la desmedida expansión urbana y el vertido de contaminantes en las aguas con bacterias, virus, nitratos, materia orgánica y residuos humanos.
Aguas subterráneas en Bolivia
Y todo ello no es ajeno a Bolivia ni mucho menos. Recordemos que el país es enormemente rico en aguas dulces, mismas que están siendo cada vez más contaminadas. En el país existen lagos, ríos y lagunas, pero además hay vertientes y humedales, en el primer caso se tiene a las aguas que provienen del sistema de vertientes subterráneas del Silala en el sur de Potosí, pero cuyo curso ha sido desviado por el vecino país de Chile para alimentar el funcionamiento de industrias mineras en su territorio.
Bolivia, que es considerado como el país con más humedales en el mundo, cuenta con una amplia red de humedales de altura, es decir los bofedales, que son praderas nativas poco extensas con permanente humedad, tales como los del Illimani, Huayna Potosí, Hampaturi, Tuni Condoriri, Apolobamba, Sajama, Thunupa y multitud de sitios semejantes.
Otros humedales de importancia, si bien todos son sistemas de vida, se encuentran en tierras bajas tales como el pantanal boliviano, los bañados del Izozog y el río Parapetí, Palmar de las Islas, laguna Concepción, ríos de la cuenca amazónica como el río Beni y sus numerosos afluentes que al día de hoy vienen siendo seriamente contaminados por las actividades mineras de extracción aurífera.
De la misma manera en Oruro las aguas subterráneas sufren contaminación por las actividades mineras, afectando los suelos, su humedad y desde luego, la actividad agrícola que se sustenta de vertientes subterráneas que son sobreexplitadas para tratar los minerales, incidiendo negativamente en las poblaciones indígenas que viven de cultivar la tierra.
En ese sentido es apremiante el que se adopten determinaciones a nivel de las autoridades de los diferentes niveles de gobierno que sean capaces de hacer prevalecer la subsistencia del recurso agua, por supuesto de las aguas subterráneas, se implementen sistemas de tratamiento y saneamiento de aguas servidas y se conciencie a la población sobre cómo no contaminar los acuíferos brindándole alternativas viables para ello. (VLM)