Una energía indefinida, una presencia como que quisiera pedir una oración…nada más, un glaciar agonizante que aún se mantiene, que aún está lleno de vida.
La Paz, mayo de 2022 (ANA).- Entre cinco y media a seis de la mañana. En ese lapso había que estar ante la oficina de los minibuses que salen hacia Zongo. Por Bs 20 nos dejaría en la carretera justo a la altura del desvío hacia el nevado Charquini (+5000 msnm) casi llegando al Huayna Potosí y un poco más allá de las lagunas de Milluni.
El transporte se completó hasta esa hora y salió sin tardanza para recorrer las amplias avenidas del norte de la ciudad de El Alto. Cada vez el camino era más pendiente: primero una ancha carretera, más allá tramos de tierra, viviendas incipientes…otra vez el asfalto, ladrillo, calamina.
A los bordes de esa vía se amontonaban pilas de desperdicios, plásticos, basura, en fin. Y es que hasta esos lugares no llegan los servicios de recojo de basura, aunque contradictoriamente hay servicio de agua potable, electricidad y cobertura wifi. Más arriba había algunas iglesias evangélicas entre la inmensidad altiplánica, inclusive personas oraban de pie y de rodillas en medio de la paja brava con el cielo como el único techo.
Lagunas de Milluni
Y de repente en un recodo de la vía que conducía hacia el noreste, había un desvío hacia un camino de tierra con un letrero que indicaba que esa era la ruta hacia Zongo, en los valles yungueños del municipio de La Paz. Había que seguir por allí, la ruta marcaba un ligero ascenso hasta una cresta desde donde se divisaba el Huayna Potosí en toda su magnificencia, montaña de forma piramidal y con la corona siempre nevada.
A los pies se extendía primero el tradicional cementerio de Milluni, cruces, lápidas e historia, más allá estaban las instalaciones del ingenio minero donde el mineral explotado suele ser el zinc. Lamían el sector las tradicionales lagunas de colores: rojizo, ocre, naranja. Es difícil evitar una sonrisa al recordar que algunos funcionarios municipales aseguran que son colores naturales, cuando es evidente que la causa de la variopinta coloración son las actividades mineras, en este caso, pasivos ambientales.
Al respecto, cabe recordar que los pasivos ambientales son residuos metalúrgicos que provienen de la separación de metales valiosos, en su mayoría representan más del 90% del contenido que sacan de las minas…Al respecto, la cuenca de Milluni no está exenta del impacto negativo de los residuos mineros, dado que las aguas que se originan en el deshielo del nevado Huayna Potosí se contaminan al pasar por estos pasivos ambientales (Contaminación y residuos mineros condenan a Milluni, Noticias UMSA, 12 de septiembre de 2019).
Bueno, ya casi estábamos por llegar, algunos metros más allá descendimos. El conductor nos dijo que siguiéramos la senda de la derecha y en menos de una hora estaríamos ante el nevado Charquini. Y en efecto, así fue, inclusive el sendero que conducía al sector estaba bastante señalizado con flechas y piedras pintadas de blanco a los costados. No había donde perderse.
Energía y una tragedia
Luego de cinco kilómetros y dos horas por ese camino pendiente ya estábamos muy cerca a los pies de los glaciares del Charquini, pero antes había una hermosa laguna color verder esmeralda, precisamente se trataba de la laguna Esmeralda a una altura 5024 msnm. Si bien fuimos al otro lado del acuífero, donde estaban los glaciares, solo tocamos sus pies, porque el acceso estaba restringido ya que un año antes se registró un accidente en ese sector que cobró la vida de un integrante de un grupo de excursionistas que fueron al sector para practicar “snowboard” (patinaje en tablas sobre nieve endurecida). Tenía 27 años, cayó 200 metros por una ladera del glaciar
Se sentía una presencia, una energía particular que gritaba que algo sucedió en aquel lugar. Inclusive se avistaban como unos ojos llorosos, en realidad orificios entre la nieve, pero que a lo lejos semejaban un rostro que se lamentaba. Es que el glaciar del nevado Charquini se está derritiendo irremediablemente, inclusive la laguna Esmeralda a sus pies, se habría formado a causa de esos deshielos.
Desde entonces se registró, en promedio, una pérdida de espesor de un metro cada año. Esto permite estimar que, hacia 2050 —si es que no ocurre antes—, Charquini se convertirá en otra víctima de un planeta cada vez más caliente (Charquini, el glaciar que se derrite ante la mirada de los turistas, La Región, 05/05/22).
Luego de iniciar el descenso y tropezar con algunos turistas extranjeros que iban hacia la laguna, como fuimos muy temprano, alrededor de lasa 07.30, cerca a las doce ya estábamos retornando para llegar al camino y de allí abordar un transporte de esos que vienen desde Zongo para que nos lleve hasta la plaza Ballivián de El Alto. Uno nos vio cara de extranjeros y renunció a llevarnos pues “solamente” esábamos dispuestos a pagarle Bs 20 por persona. Por suerte venía otro minibús atrás que nos recogió sin ningún problema. (VLM)
Excelente nota👏👏pero es muy triste saber que estamos perdiendo un glaciar tan hermoso ante la indiferencia de autoridades y la población en general que no hace nada para aportar a frenar el calentamiento global.
Felicidades a ANA y ojalá que la difusión de esta información llame a la acción del nivel gubernamental, departamental y los bolivianos en su conjunto.