El bioparque municipal Vesty Pakos (BMVP) se ha convertido en el refugio para tres jaguares rescatados del tráfico ilegal en Bolivia. Para garantizar su bienestar y facilitar su adaptación, el bioparque ha implementado un «Plan de Adaptación Progresiva» diseñado para estos felinos.
La Paz, septiembre de 2024 (ANA).- Bolivia atraviesa una crisis ambiental que pone en peligro la conservación de la fauna silvestre en sus hábitats naturales y los jaguares no son la excepción. Estos felinos enfrentan graves amenazas, como el tráfico ilegal de partes de su cuerpo, incluyendo piel y colmillos; la pérdida y fragmentación de su hábitat, provocada por la deforestación y la expansión agrícola, además de los incendios.
En ese contexto, en el país se encuentra vigente el «Plan de Acción del Jaguar 2020-2025», en el cual el bioparque municipal Vesty Pakos fue el único centro de custodia en participar en su formulación, gracias a su amplia experiencia en el manejo de esta especie.
Este plan establece la importancia de la conservación ex situ (fuera de su hábitat) de los jaguares rescatados del tráfico ilegal y otras amenazas.
Omar Rocha, biólogo y actual administrador del Vesty Pakos mencionó: «La importancia de aplicación de este plan se hizo aún más evidente tras el evento ocurrido en junio de este año en Playland, tras la fuga de un jaguar».
Después de su captura, el representante legal del Playland solicitó el cierre de este espacio, lo que llevó a la Autoridad Ambiental Competente Nacional (AACN) a tomar medidas para la reubicación de los jaguares a otros centros de custodia que pudieran garantizar su bienestar.
«Tras el cierre de ese centro, el ministerio de Medio Ambiente y Agua decidió que los jaguares Toto, Mosa y Santiago fueran trasladados al Vesty Pakos», agregó Rocha. Dado que el centro de custodia paceño cuenta con las condiciones adecuadas en cuanto a espacio, personal y experiencia técnica en el manejo de jaguares.
Conferencia de prensa del ministro de Medio Ambiente y Agua, Alan Lisperguer, y el administrador del bioparque municipal Vesty Pakos, Omar Rocha, en el aeropuerto Internacional de El Alto en fecha 2 de septiembre con el arribo del primer jaguar. (Fuente: BMVP)
Así, entre el 2 y el 6 de septiembre, tres jaguares fueron trasladados desde Santa Cruz al bioparque municipal Vesty Pakos en La Paz, marcando un nuevo comienzo en un entorno adaptado a sus necesidades y enfocado en su conservación.
Camioneta que traslado a los jaguares de El Alto al bioparque municipal Vesty Pakos. Fuente: BMVPComisión de traslado de El Alto al bioparque municipal Vesty Pakos compuesta por un biólogo, un veterinario y dos guardafaunas. Fuente: BMVP
Historias de rescate de los jaguares Toto, Santiago y Mosa
Jaguar Toto en el ambiente del Bioparque Municipal Vesty Pakos. Fuente: Omar Rocha/BMVP
«Toto» fue encontrado siendo un cachorro al lado de una carretera el año 2012, según declaraciones se encontraba con otro cachorro de jaguar que se escapó y se perdió en el monte. Pasó sus primeros años de vida en cautiverio en la universidad Amazónica de Pando siendo un ícono para este espacio. Sin embargo, las condiciones en la que se encontraba no eran aptas y seguras para felinos mayores. Además, «Toto» pasaba sus días encadenado hasta que fue rescatado el año 2016. “Tenemos información que tras su rescate se evidenció que presentaba los molares fracturados, posiblemente debido a que mordía la cadena”, mencionó el administrador.
Posteriormente, «Toto» fue trasladado al Play Land, en Santa Cruz, donde habilitaron un espacio de 120 metros cuadrados para él y donde vivió ocho años. Sin embargo, en ese tiempo llegaron otros cuatro jaguares.
“Toto pasó prácticamente toda su vida bajo cuidado humano. Lastimosamente, no podría sobrevivir por sí mismo en vida silvestre. Fácilmente podría ser presa de otros animales o de un cazador”, mencionó Rocha.
Todo animal que llega al Vesty Pakos pasa un periodo de cuarentena, que implica el monitoreo de su salud y comportamiento. Es por eso que Toto llegó a un ambiente de cuarentena en “Fosa de Felinos”, que consta de una madriguera y bebederos, ambientado con ramas y troncos.
Jaguares en el ambiente «Fosa de Felinos» en el Vesty Pakos. Fuente: Francisco Quispe/BMVP
“Toto está tomando confianza y ya sale de su madriguera y se desplaza cautelosamente, consume los alimentos ofrecidos y juega con Santiago, el otro jaguar”, comentó el biólogo.
Jaguares Toto y Santiago vistos desde su madriguera. Fuente: Omar Rocha/ BMVP
«Santiago» nació el año 2018 en Play Land, siendo hijo de «Toto» y «Princesa», otra jaguar rescatada del tráfico ilegal. “Según el Reglamento de Custodia Responsable de Fauna Silvestre (2017), la reproducción de animales silvestres en centros de custodia no está permitida, pero este caso seguramente escapó del control y supervisión”, explicó Rocha.
Captura de pantalla del video sobre el nacimiento de dos jaguares del 15 de marzo del 2018. Fuente: Cuenta de X @GobSantaCruz
Actualmente, «Santiago» es el compañero inseparable de «Toto». Ambos conocen su nuevo entorno y juegan juntos sin mostrar rivalidad, a pesar de ser dos machos.
«Santiago» también se encuentra bajo constante monitoreo por parte del personal técnico veterinario y guardafaunas, tanto de día como de noche, en su ambiente en cuarentena.
Jaguar Santiago en el Bioparque Municipal Vesty Pakos. Fuente: Omar Rocha/BMVP
«Mosa» fue rescatada el año 2017 en Bella Vista, Beni, cuando tenía pocos meses de edad. “Tenemos referencias que la encontraron en una pequeña caja de madera con un único agujero por el cual podía mirar. Debido a estas condiciones, presentaba problemas de crecimiento, deformación en la espalda y tortícolis”, explicó Rocha. Fue trasladada al Play Land, donde compartió espacio junto a otros jaguares incluyendo «Toto» y «Santiago».
Jaguar Mosa en el Bioparque Municipal Vesty Pakos. Fuente: Omar Rocha/BMVP
Actualmente, los tres jaguares permanecen juntos, “nos comentaron que en Santa Cruz compartían ambiente por eso se decidió que en el Vesty Pakos también se encuentren juntos con el objetivo de mantener su manejo y favorecer a su adaptación”, explicó el administrador.
Jaguares en el ambiente del Bioparque Municipal Vesty Pakos. Fuente: Francisco Quispe / BMVP
Cinco pilares de un «Plan de adaptación progresiva» para los jaguares
“El Vesty Pakos está comprometido con el bienestar y la conservación de los jaguares. Gracias a nuestra experiencia de casi 30 años con esta especie, hemos implementado un detallado Plan de Adaptación Progresiva que busca asegurar que los jaguares se puedan adaptar adecuadamente a las condiciones climatológicas y geográficas del bioparque”, explicó el administrador.
El primer pilar fue el acondicionamiento de las madrigueras con sistemas de control de temperatura, empleando estufas tipo radiador empotradas a las paredes como medida de seguridad. También se cuenta con tarimas de madera con paja, pasto y frazadas para los jaguares por si bajara la temperatura por las noches. “Este trabajo es para prevenir posibles problemas de salud relacionados con el descenso de temperatura”, explicó Rocha.
Trabajos del área de Mantenimiento para la instalación de estufas empotradas y barandas como medida de seguridad. Fuente: BMVP
El segundo pilar es la modificación de la dieta por temporadas, ajustada a los requerimientos nutricionales de los jaguares. Durante las épocas de bajas temperaturas, se aumentará la ingesta de calorías, complementando con vitaminas, minerales y aminoácidos. “En el Vesty Pakos todos los años se aplica un Plan de Invierno para los animales albergados, el cual incluirá también a los jaguares, quienes necesitan diferente consumo energético en las distintas épocas del año”, explicó Rocha.
Alimentación de los jaguares en el Bioparque Municipal Vesty Pakos. Fuente: Omar Rocha/ BMVP
El ambiente destinado a los jaguares es «Fosa de Felinos», que tiene una extensión de casi dos hectáreas subdividido en seis ambientes.
Trabajos del área de Mantenimiento del Bioparque Municipal Vesty Pakos en el ambiente «Fosa de Felinos». Fuente: BMVP
Y como parte del tercer pilar este espacio cuenta con elementos de enriquecimiento ambiental como troncos, tarimas, senderos aéreos y piscinas. Además, periódicamente se ofrece enriquecimiento alimenticio y ocupacional a los felinos como presas artificiales hechas de piñatas de maple de huevo o de tela de algodón rellenas de lana de oveja con pedazos de carne, que estimulan tanto física como mentalmente a los jaguares.
“El enriquecimiento ambiental, alimenticio, ocupacional y olfativo ayuda a mantener los instintos naturales de los jaguares, reduciendo así el estrés y promoviendo su bienestar”, mencionó el biólogo.
Piñatas de mapple de huevos rellenas de lana de oveja y pedazos de carne ofrecidos a los jaguares. Fuente: Francisco Quispe/ BMVP
Además, en cumplimiento a su programa sanitario el Vesty Pakos planificó y organizó la atención veterinaria y monitoreo biológico de estos animales. “Esto incluye evaluaciones físicas, toma de medidas morfométricas y estudios complementarios como análisis de sangre, radiografías y ecografías, además del monitoreo comportamental continuo”, señaló Rocha, siendo este el cuarto pilar que permitirá la detección temprana si se presentarán problemas de salud.
Finalmente, este plan contempla como quinto pilar que se realizarán evaluaciones periódicas basadas en la respuesta de los jaguares a la implementación de los anteriores pilares. “Las necesidades de los jaguares pueden variar con el tiempo, por lo que es esencial ajustar estas medidas de adaptación para asegurar su bienestar a largo plazo”, señaló Rocha.
30 años de experiencia en manejo y atención de jaguares
Jaguares del Bioparque Municipal Vesty Pakos. Fuente: BMVP
Los jaguares pueden vivir hasta 20 años en cautiverio, mientras que en silvestría su expectativa de vida es aproximadamente de 15 años. “Actualmente, el Vesty Pakos alberga a tres jaguares de más de 20 años de edad, lo que supera tanto el promedio de vida en su hábitat natural como bajo cuidado humano, demostrando que los jaguares están bien cuidados y atendidos”, explicó el Administrador.
Los jaguares del Vesty Pakos reciben una atención especializada que incluye ajustes en su alimentación y seguimiento de su salud para prevenir posibles problemas asociados con la edad. Además de enriquecimiento ambiental adecuado para su movilidad. “Tenemos amplia experiencia en el manejo de jaguares a lo largo de todos sus ciclos de su vida, desde neonatos hasta gerontes, lo que nos permite conocer sus necesidades específicas”, añadió Rocha.
Jaguares del bioparque municipal Vesty Pakos. Fuente: BMVPJaguares del bioparque municipal Vesty Pakos. Fuente: BMVP
Además del bienestar y conservación de los jaguares, el bioparque también promueve actividades educativas y de sensibilización sobre esta especie. La actividad educativa “Rosetas: Manchas con identidad”, realizada el Día Mundial del Jaguar (29 de noviembre), es una experiencia lúdica en la que los visitantes colocan su huella digital en siluetas dibujadas de jaguares, simbolizando que las manchas que los caracteriza llamadas “rosetas” son tan únicas como las huellas digitales de los seres humanos.
Actividad lúdica educativa «Rosetas: Manchas con identidad». Fuente: BMVPActividad lúdica educativa «Rosetas: Manchas con identidad». Fuente: BMVPActividad lúdica educativa «Rosetas: Manchas con identidad». Fuente: BMVP
Asimismo, el año 2023, el bioparque fue el espacio seleccionado para el lanzamiento en La Paz del documental “Tigre Gente”, que aborda la problemática del tráfico ilegal de jaguares desde Bolivia hacia el continente asiático.
Lanzamiento del documental «Tigre Gente» en el Bioparque Municipal Vesty Pakos. Fuente: BMVP
Estado de conservación del jaguar en Bolivia
El jaguar (Panthera onca) está clasificado como “casi amenazado” por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) y figura como “vulnerable” en el Libro Rojo de la fauna silvestre de Bolivia (2019).
“Esta especie desempeña un papel crucial como depredador tope en los ecosistemas, pero su área de distribución y población se han reducido drásticamente debido a diversas amenazas, lo que lo pone en riesgo”, finalizó Rocha.
Jaguares trasladados de Santa Cruz al Bioparque Municipal Vesty Pakos. Fuente: Omar Rocha/BMVP
En Bolivia, el jaguar es un símbolo de poder y biodiversidad, y su futuro depende de los esfuerzos de conservación tanto in situ (en su hábitat natural) mediante las áreas protegidas, como ex situ (fuera de su hábitat) a través de centros de custodia legalmente establecidos, como el Bioparque Municipal Vesty Pakos.