El extractivismo aurífero de la minería cooperativizada y las empresas extranjeras, en vez de disminuir, ha expandido su radio de acción hasta regiones como Apolo y otras del sector, al occidente del Parque Nacional Madidi, destruyendo el área protegida más biodiversa del mundo.
La Paz, marzo de 2022, ANA.- La periodista de investigación Jimena Mercado fue entrevistada sobre su libro “Tras El Dorado” por el programa Cobertura 2022 que Judith Prada conduce desde Santa Cruz de la Sierra, donde el texto será presentado este 18 de marzo en la feria del Enjambre de Libros, y en la ocasión reflexiona sobre la prosecución en la región (norte de La Paz y Parque Nacional Madidi) de los delitos como la depredación de la amazonía, el envenenamiento de ríos y la trata y tráfico de menores con fines de explotación sexual.
La periodista incidió en que la minería cooperativizada que explota oro en la amazonía, además de atentar contra la naturaleza y la vida, también delinque cuando en vez de explotar el área que les ha sido concesionada por la Ajam (Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera) se asocia con capitales extranjeros de procedencia china, colombiana e inclusive nacional, lo que está prohibido por la ley 535 del 2004, desvirtuando así la esencia del cooperativismo minero.
“Ha sido una persecución, “Tras El Dorado” muestra más o menos lo que está pasando detrás de la explotación de oro en la Amazonía, las investigaciones se han desarrollado tanto en territorio yungueño como en amazónico, en mayoría, y esto comienza en el 2018, en ningún momento había pensado hacer el libro, esto que se ha dado nace después de un ciclo de cinco investigaciones realizadas desde el 2018 hasta el 2021 con un quiebre obligado el 2020 por la pandemia, no se podía ni ingresar a territorios indígenas ni áreas protegidas, lo que hacía imposible llegar hasta esos lugares, pero irónicamente en ese período la explotación ilegal del oro continuaba”.
Trata y tráfico de menores
De la misma manera, ante las consultas de Judith Prada, Mercado reflexiona sobre el delito de trata y tráfico de menores con fines de explotación sexual y que describe en “Tras El Dorado”. Durante la investigación tuvo que recorrer con una colega suya las regiones de Teoponte, Caranavi, Guanay y Mayaya hasta llegar a Mapiri donde dicho delito alcanza proporciones considerables en esa ruta de Los Yungas y el norte paceño, pues allí hay inclusive niñas entre ocho y nueve años que son víctimas, mientras hombres armados las custodian y no las dejan salir.
“Muchas de ellas han sido captadas en la ciudad de El Alto, otras también desde el interior, incluso hay chicas extranjeras ya más jovencitas, pero igual que cayeron bajo la tentación de que van a ganar bien y después fueron sometidas a una explotación y a lo que te decía, el rompimiento de los vínculos familiares, entonces la situación es cada vez más grave, no se ha frenado”
Y a pesar de que el 2018, después de ese reportaje de las dragas chinas y colombianas la Ajam admitió que habían operaciones ilegales, se hizo un gran operativo con la aprensión de ciudadanos chinos y algunos bolivianos, estos fueron llevados a Caranavi y en una audiencia de medidas cautelares fueron liberados por la presión de los propios cooperativistas que fueron hasta Caranavi con dinamita a exigir la liberación, en este caso de sus socios, entonces esas es la situación y esa es la presión y el poder que ejercen hoy en día los cooperativistas mineros auríferos”.
Ríos envenenados
Paralelamente, Mercado reitera la dramática situación que denuncia en su libro como producto del tratamiento con mercurio del oro extraído del norte amazónico y que consecuentemente envenena los ríos de la región como el Kaká y el mismo río Beni, provocando daños irreparables a la biodiversidad y deteriorando gravemente la salud de poblaciones originarias como los Esse Ejas que deben consumir esas aguas, cuyo contenido en cuanto a mercurio les provoca enfermedades y malformaciones congénitas.
“A partir de los informes que fue enviando el Cedib a las Naciones Unidas, alertando la situación dramática de la situación del mercurio en Bolivia, porque somos los segundos mayores importadores de mercurio del mundo, con un promedio de 192 toneladas de mercurio por año, entonces eso ha llamado claramente la atención de las Naciones Unidas y el año pasado (2021) el relator especial para sustancias tóxicas de las Naciones Unidas lo que ha dicho es que Bolivia se ha convertido en el país centro del tráfico ilegal de mercurio en la región y que además está enviando este mercurio a los países vecinos para igual, alentar la minería ilegal”. (VLM