“Ojalá este libro contribuya a reflexionar sobre toda nuestra realidad y creo que la problemática ambiental del país nos muestra que es un problema no solamente de los afectados directamente, sino de todos, dadas las relaciones de interdependencia existentes entre todos y todo”
Vladimir Ledezma Maldonado
La Paz, julio de 2024 (ANA).- ¿Sabías que los conflictos sociales más sobresalientes sobre un 100% entre 2016 y 2023 fueron los de contaminación (46,4); uso de suelos (20,1); sequía y escasez de agua (15,1); deforestación (8,8); grandes obras de infraestructura (2,3) y otros (4,7)? Ello según estudios e investigaciones realizadas por la fundación Unir Bolivia para elaborar el libro “La Casa Despojada” (Conflictividad ambiental en Bolivia).
“La Casa Despojada” fue presentado en una sencilla ceremonia realizada en los espacios de la fundación Patiño los últimos días de la semana con el objetivo de aportar con elementos orientados a la mejor comprensión de los conflictos ambientales que se generan a partir de la afectación, de la problemática ambiental, lo cual permite hacer visibles estos problemas y así adoptar las decisiones adecuadas para atender las causas profundas, principales que generan los referidos conflictos.
El equipo de investigación estuvo conformado por María Soledad Quiroga, Huáscar Pacheco y Pablo Ríos.
En referencia a la conflictividad ambiental, a los sectores afectados y por supuesto, a los sectores demandados, por las problemáticas ambientales generadas, este pequeño cuadro realizado por la investigación brinda una visión más panorámica sobre el particular.

¿Por qué “La Casa Despojada”?

“La Casa Despojada” comprende cuatro amplios capítulos: La naturaleza en conflicto; La problemática ambiental en Bolivia y su potencial de conflictividad; Dinámica de la conflictividad social por temas ambientales; La conflictividad social y su significación en la defensa del patrimonio ambiental y de la naturaleza, abarcando problemáticas específicas como uso de suelo, contaminación (minería y agroquímicos), problemática agropecuaria, deforestación y degradación de bosques, entre otros.
En referencia al título de la obra, “La Casa Despojada”, María Soledad Quiroga, quien es además directora ejecutiva de la fundación Unir, comentó sobre la significación del mismo, atribuyéndolo a la naturaleza, el medio ambiente, como la casa común y “despojada”, porque la investigación así la muestra, enormes problemas ambientales en Bolivia.
“…y eso de alguna manera nos está evidenciando que esta nuestra casa está siendo despojada, está perdiendo sus características, está dejando de ser lamentablemente un refugio, está dejando de ser una fuente importante de recursos, pero también está dejando de lado la integridad de la naturaleza que no solamente va más allá de ello”.
Asimismo la titular de la fundación Unir consideró que la minería, ya sea legal o ilegal, es un factor que está generando contaminación, “El libro lo que muestra es la hondura, la profundidad de los problemas generados por este tipo de minería, primero, y segundo, los conflictos que están generando, sean conflictos que están a nivel de latencia simplemente o conflictos que se han generado con demandas, con medidas de presión, etc., etc. y que no han permitido resolver el problema porque seguimos en el mismo tipo de actividad”.
Políticas que promueven la expansión agrícola

Por su parte, Emilio Madrid, quien comentó el libro en la presentación de la investigación realizada con el apoyo de la cooperación sueca (Suecia Sverige) consideró que el tema de los incendios forestales, que también aborda “La Casa Despojada”, es una problemática que afecta la calidad de vida, como de los pueblos indígenas, por ejemplo.
Estimó que ello se encuentra muy vinculado a políticas que permiten y promueven la expansión agrícola, sin promover, en vez de ello, otras prácticas que no sean agresivas con el bosque, como lo es el chaqueo y todo lo que provoca.
“Fundamentalmente creo que hay temas irresueltos en este tema de la producción agrícola; si bien, por un lado, hay toda una presión para una expansión de la frontera agrícola respecto a productos que tienen alta demanda para la exportación, hay en contrapartida un déficit, digamos, en la producción de cultivos que van vinculados a la canasta familiar, a la autosuficiencia del país, entonces creo que hay un desbalance en ese sentido que también es parte de la generación de conflictos”.
Además de las fuentes consultadas también se realizaron al menos 72 entrevistas con conocedores del tema, sin embargo, algunas instancias no accedieron a ser entrevistadas y ello se detalla en la tabla intitulada PERSONAS, INSTITUCIONES QUE NO CONCEDIERON ENTREVISTA HASTA EL CIERRE DE LA INVESTIGACIÓN:
