“Los incendios arrasan con todo, queman a los polluelos en sus nidos, los mamíferos menores son quemados y a la vez son asfixiados con el humo en sus propias madrigueras. Los insectos (arañas, grillos, salta montes, escarbajos, avispas, avejas apis, abejas meliponas, ciempiés, caracoles) son quemados por completo”.
Información y fotografías: Ricardo Guamán (Responsable del Programa de Monitoreo del ANMI Apolobamba)
Redacción: Eloísa Molina
Apolobamba, 14 de agosto 2023.- Los incendios forestales son una de las dos principales causas, junto a la minería, de los desastres ambientales en Bolivia, seguido de la deforestación, la contaminación de los ríos, la invasión a las áreas protegidas, entre otros, que por indiferencia de las autoridades prosiguen sucediéndose, siendo provocados por empresarios mineros, traficantes de tierras y en general, quienes desarrollan actividades ilegales que dañan profundamente a la naturaleza.
Un desastre natural se diferencia de un desastre ambiental porque éste es provocado por el ser humano. Según un reporte del área Natural de Manejo Integrado Nacional (ANMIN) Apolobamba, los incendios en esos lugares los provocan los incienseros (colectores de resinas), mineros barranquilleros, los ganaderos y agricultores al realizar la quema de las malezas en sus parcelas.
Existen dos tipos de incendios en el ANMIN Apolobamba: son incendios forestales cuando suceden en la ceja del monte y los del segundo tipo se producen cuando se efectúa la quema de los pajonales y pastizales.
A pesar de que existen sanciones para las personas que provocan los incendios, de cuatro a ocho hectáreas por incendio y alrededor de veinticuatro hectáreas por año se pierden en el ANMIN Apolobamba, según los datos proporcionados por Ricardo Guamán, responsable del programa Monitoreo de esa área protegida. En esta área protegida, de acuerdo a la cuantificación de daños ocasionados y luego de que los guardaparques inician el proceso administrativo, se determina la sanción a través de una resolución.
Los incendios están tipificados como delitos ambientales por la Ley 1333 del Medio Ambiente, de manera que los provocadores de incendios son sujetos a ser procesados mediante el código penal, teniendo la privación de libertad bajo la sentencia de un juez.
¿Cómo identificar de manera temprana un incendio?
Existe una aplicación para detectar focos de calor que da información, también está la dirección de Monitoreo en la Unidad Central del SERNAP (Servicio Nacional de Áreas Protegidas), la cual brinda información para tomar acciones. Desde luego, no falta la percepción natural de estos hechos, “De acuerdo a nuestra propia experiencia de los guardaparques, es por el olor y la aparición de humo” afirma Guamán.
Otro indicador que pone en alerta de posibles incendios, es generalmente la temporada seca o los días con altas temperaturas.
La frecuencia con la que se producen los incendios en el ANMIN Apolobamba no es fija, es de acuerdo a factores climatológicas y a la irresponsabilidad y la falta de conciencia de los daños irreparables que ocasionan con los incendios. Los incendios suelen presentarse a diario, en otras su frecuencia es semanal e inclusive en algunos casos la frecuencia suele ser anual.
Afectaciones que ocasionan los incendios a corto y largo plazo
La afectación como consecuencia de los incendios es absoluta, ya que el fuego aniquila todo lo que encuentra a su paso. Las especies de flora endémica, fauna silvestre, insectos y microorganismos, absolutamente toda la biodiversidad que existe queda afectada de forma mortífera.
Según el responsable de Monitoreo del ANMIN Apolobamba “Los incendios arrasan con todo, queman a los polluelos en sus nidos, los mamíferos menores son quemados y a la vez son asfixiados, con el humo en sus propias madrigueras”.
“Algunos en su intento de escapar son mareados con el humo, los insectos (arañas, grillos, salta montes, escarbajos, avispas, avejas apis, abejas meliponas, cien pies, caracoles) son quemados por completo, afectando hasta lo profundo de los nidos de las hormigas, la herpetofauna (sapos, ranas y víboras) son quemados y asfixiados por el humo en sus hospederas, algunos mamíferos salen huyendo del lugar para cambiar de hábitat de forma temporal y otros migran a otros lugares de forma definitiva”.
Las plantas, arbustos y árboles epifitas y las geófitas son quemadas con mayor facilidad, y una vez que brotan también sufren cambios en su morfología, a mediano y a largo plazo. En alguno de los casos habrá pérdida de la diversidad genética de las especies de plantas, arbustos y árboles, con mayor facilidad, ello porque no siempre tendrán el mismo hábitat después de los incendios, concluye Guamán.
El porcentaje de recuperación de especies vegetales, dependen de la topografía del lugar, porcentaje de humedad del suelo, tipo de vegetación y la textura del suelo.
Los incendios fuera del ANMIN Apolobamba también afectan a esta área protegida, a los diferentes ecosistemas: de las especies de fauna (mamíferos, aves, reptiles y aves), insectos y a la cadena de ecosistemas que cuenta en todo su perímetro del AP, a su hábitat, acceso a la alimentación e inclusive a la transitabilidad.
¿Quiénes apoyan cuando sucede un incendio?
Según información proporcionada por los responsables del área protegida de Apolobamba, esta responsabilidad recae directamente sobre los guardaparques, son pocas veces en las que se cuenta con el apoyo de los comunarios y de sus autoridades.
En caso de ser rebasados por la intensidad de incendios, se pide apoyo a bomberos, sin embargo, la permanencia, la continuidad y la culminación de los trabajos de sofocación es siempre de los guardaparques, por la complejidad de la geomorfología que presenta el lugar, el dominio y los conocimientos que tienen de su área protegida.
En promedio un incendio se apaga generalmente en un tiempo que fluctúa entre uno a dos días, aunque existieron casos en los que se demoró hasta una semana en apagar, en lugares con topografía pendiente y de vegetación mixta.
Esta nota periodística fue realizada en el marco del proyecto “Fortalecimiento de las capacidades de comunicadores y periodistas para la conservación de la biodiversidad del Corredor Madidi-Pilón Lajas-Cotapata (MPLC)” implementado por la Asociación Boliviana Pro Defensa de la Naturaleza (Prodena) y financiado por el Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Críticos (CEPF) a través de Conservación Amazónica –ACEAA en Bolivia.