El manifiesto denunció, además, violencia contra las defensoras ambientales de Tariquía frente a los atropellos de grandes empresas.
La Paz, 13 marzo (ANA).- Una marcha organizada por el Día Internacional de la Mujer recorrió las calles del centro paceño, la que contó con la participación de diferentes sectores feministas entre los que destacaron grupos ecologistas que mediante un manifiesto leído durante la movilización denunciaron persecución, criminalización de la defensa del medioambiente y violencia en contra de las defensoras ambientales.
Bajo la consigna de no retroceder “Por la defensa de nuestros derechos, de nuestros ecosistemas, la justicia y la vida digna”, el documento intitulado Manifiesto 8M-Día Internacional de la Mujer (Ecofeminismos rebeldes), denunció una supuesta alianza “entre el Gobierno, las cooperativas mineras, el sector empresarial agroindustrial y ganadero, las transnacionales, el narcotráfico y las élites económicas”.
En el documento se asegura que dicha alianza obedecería a que los sectores que ostentan el poder político y económico. Misma que estaría priorizando intereses particulares al proceder a la acumulación de poder y al relegamiento de toda manifestación de vida, como la biodiversidad, la flora, los ecosistemas, los ríos y las selvas y bosques, la cual allí es definida como “naturaleza viva”.
El Gobierno detrás de las divisiones

“Esta alianza busca mantener su poder político a costa de la destrucción de la naturaleza, la pérdida del agua y el despojo de nuestras tierras”, destaca el pronunciamiento.
Es en ese sentido que en el manifiesto se considera que el actual gobierno, en vez de frenar todo lo que daña la naturaleza, procedió a incentivar divisiones sociales mediante la cooptación de los sectores afectados, a tiempo de fomentar antagonismos y acosar a defensores ambientales mediante el hostigamiento y la persecución, mientras de esa manera se habría estado desviando la atención de las problemáticas actuales.
Al respecto cabe reseñar que, el ecofeminismo, viene a ser es una corriente de pensamiento y un movimiento social que integra feminismo y ecologismo en cuanto a que las mujeres estarían más próximas a la naturaleza, lo cual las tornaría más sensibles ante la problemática medioambiental, y por supuesto, ante cualquier amenaza a la Madre Tierra.
Y recientemente, respecto a la defensa de la naturaleza, en este caso de los ecosistemas amazónicos, José Shulz, embajador de Alemania en nuestro país se refirió a la Amazonía como un ecosistema vital para el equilibrio del planeta, “Además, es el hogar de numerosas comunidades indígenas, cuyos conocimientos y formas de vida están intrínsecamente ligados a la conservación de este territorio. Proteger la Amazonía no es sólo una cuestión ambiental, sino una necesidad urgente para Bolivia y el mundo” (Bolivia tiene la oportunidad de fortalecer su papel en la conservación de la Amazonía y la Chiquitanía, ANA, 09/03/25).
