Nueve conversatorios departamentales rechazaron al extractivismo y sus consecuencias destructivas y propusieron actividades que no dañen el ambiente y generen ingresos económicos o medios de vida sustentables.
La Paz, 12 octubre (ANA).- Especialistas, activistas y organizaciones ambientales de todo el país desarrollaron conversatorios en los nueve departamentos sobre la temática relativa a la conservación del ambiente frente al extractivismo, planteando alternativas viables como el turismo, el aprovechamiento sustentable de los productos nativos y la agroecología, capaces de garantizar alimentación sana, salud e ingresos económicos mayores que el oro, el litio o la agroindustria, además, en armonía con el bienestar ambiental.
Los nueve conversatorios, fueron desarrollados por las Plataformas Multiactor para la conservación de las áreas protegidas y los ecosistemas estratégicos, integrada por unas 90 organizaciones e instituciones comprometidas con la conservación efectiva de al menos el 30% del territorio nacional para el año 2030, en cumplimiento a la tercera meta del Marco Global para la Diversidad Biológica (MGDBB). Los conversatorios estuvieron dirigidos a decisores políticos, actores clave, comunidades indígenas y al público en general.
Gestionar efectivamente las áreas protegidas

El conversatorio realizado en La Paz abordó el chaqueo sin quema, considerado esta práctica como alternativa a los daños que provocan las quemas que derivan en incendios forestales.
Se enfatizó en los amplios beneficios que otorga y puede generar el turismo para el país; lo fundamental que son las áreas protegidas nacionales, departamentales o municipales y su conservación, y que a pesar de su importancia enfrentan una serie de amenazas.
Por su parte, el conversatorio de Cochabamba, concluyó que se debe gestionar efectivamente las áreas protegidas en todos sus niveles y categorías, resaltó la importancia de la investigación orientada hacia la conservación para evitar que las actividades económicas dañen el hábitat de muchas especies y destruyan funciones esenciales para la vida humana.
También se hizo incidencia en lo complejo que resulta acceder a la información ambiental tanto a nivel central, departamental como municipal, a pesar que Bolivia es país suscriptor del Acuerdo de Escazú ratificado el 2019, que garantiza el derecho de acceso a la información ambiental para todas las personas.
El extractivismo no da beneficios

El conversatorio de Tarija no dejó de subrayar el impacto económico, social y ambiental que provoca el extractivismo en áreas protegidas, descalificando paralelamente los supuestos beneficios económicos de ese tipo de actividades.
Desde la Plataforma Multiactor se plantearon alternativas sostenibles como el turismo de naturaleza y cultural, la acción ambiental y la gestión comunitaria de recursos, coincidiendo en el rol de las áreas protegidas en la provisión de agua, destacando el cicloturismo y turismo de aventura en áreas de reserva.
Beni concluyó que la conservación del patrimonio natural requiere promover la socialización de experiencias locales exitosas, entre ellas aquellas relacionadas con la agroecología, el turismo comunitario y el aprovechamiento forestal sostenible. Estas prácticas se reconocieron como ejemplos concretos que pueden ser replicados o fortalecidos en otras comunidades, aportando alternativas viables al modelo extractivista.
Generar bosquecillos, consolidando alternativas verdes frente al extractivismo, así como fortalecer organizaciones comprometidas en la defensa de la Madre Tierra, fueron las conclusiones a las que arribaron en el conversatorio que tuvo lugar en Oruro, sin dejar de lado la preocupación por precautelar las fuentes de agua dulce.
El turismo genera al país muchos más ingresos que la minería

Potosí también coincidió en señalar al turismo como una alternativa frente al extractivismo, donde se indicó que, en 2019, por cada dólar invertido en el país, en minería retornaron 27 dólares, sin embargo, por cada dólar invertido en turismo retornaron 92 dólares.
El análisis concluyó que el turismo demostró vialidad económica sostenible y generó crecimiento económico, lejos de todos los problemas ambientales y sociales que genera la actividad extractivista en ese departamento.
Al respecto, se citaron ejemplos como el de Tupiza, de la Mancomunidad Municipal de Incahuasi (Llica y Tahua) a través del centro de atención al turista, relievando que la Isla de Incahuasi, situada en pleno Salar de Uyuni, continúa sufriendo daños, pudiendo afectar a todo el salar, agravado por la amenaza de la explotación de litio que agotaría sus humedales y alteraría gravemente ese ecosistema.
En la búsqueda de alternativas al extractivismo, panelistas en Santa Cruz coincidieron en advertir la importancia de reconocer que la mercantilización y la lógica consumista respecto a la naturaleza, es capaz de dañar significativamente a las economías sostenibles, dejando de lado a las culturas nativas que son actores ambientales clave. Por el contrario, de existir el compromiso de conservación como elemento de oportunidad en la diversificación de las economías locales, se frenaría la pérdida de diversidad biológica, de flora y fauna como factores vitales para la subsistencia.
Se enfatizó en la importancia del rol de la “Plataforma para la implementación de la Meta 30×30 del Marco Mundial de la Diversidad Biológica – Santa Cruz” en el marco del compromiso asumido por el Estado boliviano, que tiene como objeto incentivar la adhesión de más miembros a esa instancia.
Educación ambiental y ecoturismo comunitario

Chuquisaca, la capital del país trajo al debate las alternativas al extractivismo apuntando a la educación ambiental para hacer que la ciudadanía en general se conciencie sobre la importancia fundamental de apoyar y participar en la conservación de las áreas protegidas y los ecosistemas frágiles, compromiso de la Meta 30×30, acudiendo a la denuncia pública en caso de ser necesario, si todo o parte de ello es vulnerado.
Recordemos que el ecoturismo comunitario es definido como un tipo de turismo de bajo impacto ambiental y alta participación local, donde las comunidades gestionan proyectos para conservar su entorno natural y cultural.
En el conversatorio efectuado en el departamento de Pando, que cuenta con importantes áreas protegidas como la Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi-Heath, destacó entre los principales resultados, consolidar un plan de trabajo en el marco de la Plataforma 30×30 Pando, así como integrar las propuestas de agroecología, ecoturismo comunitario, protección de fauna en la agenda de la plataforma y efectuar campañas de sensibilización sobre la importancia de los bosques y ríos amazónicos.
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