El avasallamiento de sus tierras, la minería y los hidrocarburos, la construcción de carreteras, la ganadería fueron algunos de los problemas comunes que expusieron.
La Paz, julio (ANA).- En dos jornadas intensas, más de un centenar de jóvenes mujeres y hombres de distintos territorios indígenas de tierras bajas se reunieron en la capital cruceña para evaluar su trabajo de monitorear las amenazas y presiones que sufren. Al finalizar el encuentro identificaron siete desafíos que enfrentan para mantener la integridad de sus territorios: el avasallamiento de sus tierras, la minería y los hidrocarburos, la construcción de carreteras, la ganadería, los problemas de límites, la deforestación y la nominación de áreas de reserva y conservación para proteger sus bienes comunes.
Las delegaciones del Territorio Indígena Multiétnico, Territorio Indígena Multiétnico II, el Territorio Indígena Mojeño Ignaciano, el Territorio Indígena Movima, el Territorio Cavineño, el Territorio Tacana Cavineño, el Territorio Chácobo Pacahuara, el Territorio de Charagua Norte, el Territorio de Lomerío y el Territorio de Monte Verde se reunieron el 6 y 7 de julio, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, junto a sus respectivos dirigentes y líderes históricos.
A la vez de compartir experiencias, los equipos técnicos evaluaron el estado de implementación del monitoreo en sus respectivos territorios para saber si esta herramienta tiene utilidad en su control, apropiación y defensa del territorio y sus derechos; qué logros se han alcanzado con el monitoreo y qué dificultades se enfrenta; cómo se decide lo que se monitorea y quién/es lo deciden, entre otros temas.
En un segundo momento, los monitores y monitoras elaboraron mapas parlantes con el propósito de identificar conflictos, amenazas, áreas de preservación y zonas de resguardo o con presencia de PIAV (pueblos indígenas en aislamiento voluntario), además de otros temas de interés (agrario, forestal, autonomías) para el monitoreo territorial.
A pesar de la importancia del control hacia el territorio, se verificó también que esta función aún no está incorporada entre las actividades centrales de las organizaciones indígenas.
Al finalizar la actividad, los equipos técnicos y sus dirigentes emitieron un pronunciamiento en el que se plantean “la defensa férrea de los territorios indígenas, que son el resultado de un proceso largo de lucha”, y, en ese marco, acompañar la consolidación del monitoreo territorial indígena en cada caso.
Un pronunciamiento emitido por el encuentro identificó siete desafíos para los monitores:
1. Avasallamiento al territorio por personas ajenas, como los interculturales, terceros y asentamientos ilegales, hecho en el que están involucrados algunos dirigentes ligados al tráfico de tierras.
2. Ganadería en los territorios y de propietarios colindantes que no respeta la capacidad de uso del suelo del territorio y produce incendios forestales porque deforesta para generar pastos.
3. La construcción de infraestructura y carreteras que atraviesan los territorios sin cumplir la consulta previa libre e informada y sin respetar la presencia de comunidades en las rutas, además de habilitar pasos para la piratería de madera y la caza y pesca indiscriminada.
4. La minería aluvial y a cielo abierto, de oro en el Norte amazónico y estaño en la Chiquitanía, contaminan ríos, suelos de parcelas y comunidades indígenas con serias consecuencias para la salud humana.
5. Problemas de límites por el proceso de saneamiento inconcluso y una política de favorecer a la agroindustria, además del crecimiento de las áreas urbanas de los municipios colindantes a las TCO.
6. La deforestación que produce el desborde de los ríos, la pérdida de la biodiversidad y con ello el conocimiento de las comunidades asociado al manejo de sus recursos para la salud.
7. Las áreas de reserva y de conservación, designadas ya por algunos territorios, para manejar y proteger sus bienes comunes (asai, cacao silvestre, copaibo, etc.) y zonas de reproducción de vida.
El Monitoreo Territorial Indígena es una iniciativa apoyada por el Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social – CEJIS como una herramienta técnica y política para la Gestión Integral de los Territorios Indígenas, para su control y vigilancia, así como para la exigibilidad del cumplimiento de los derechos individuales y colectivos de los pueblos indígenas en el marco de su autogobierno y el ejercicio de la soberanía territorial.
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