La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ve a la agroecología como una respuesta clave para la transformación sostenible de nuestros sistemas alimentarios.
Por: Eloísa Molina
La Paz, 17 julio (ANA).– Gracias a su enfoque en la sostenibilidad, la conservación de recursos naturales y el impulso a la soberanía alimentaria, la agroecología representa una alternativa clave al modelo extractivista en Bolivia. La especialista en Desarrollo Rural, Elizabeth Vargas enfatiza que si se está a favor del modelo agroecológico, no se puede estar de acuerdo con el uso de los agrotóxicos, plaguicidas y otras sustancias tóxicas.
A diferencia del extractivismo, que prioriza la explotación intensiva de recursos naturales para la exportación, la agroecología busca un equilibrio entre la producción de alimentos, la protección del medio ambiente y el bienestar social.
En una entrevista realizada a Elizabeth Vargas, PhD en ciencias del Desarrollo Rural y miembro del Movimiento Agroecológico Boliviano (MAB) se le preguntó: ¿Por qué la agroecología es una alternativa por excelencia al modelo de desarrollo extractivista? ¿Cuáles son sus ventajas comparativas y competitivas? ¿Por qué los productores agrícolas deberían cambiar su sistema de producción tradicional a la agroecología, entre otras?
ANA: ¿Por qué la agroecología se constituye en una alternativa por excelencia al modelo de desarrollo extractivista?
EV: Se trata de promover un sistema alimentario que respete el medioambiente, el entorno ecológico, una producción de alimentos sanos. Porque una producción agroecológica promueve sistemas biodiversos de microflora, microfauna, que protejan los suelos, el agua y garantiza un equilibrio ambiental y una producción sostenida.
Pero además promueve el uso de insumos locales, basados en la misma biodiversidad como una manera de controlar las plagas y enfermedades.
ANA: Existen principios no negociables de la agroecología en Bolivia, que la convierten en una alternativa al modelo de desarrollo extractivista.
EV: Si estás de acuerdo con la agroecología no puedes estar de acuerdo con el uso de agrotóxicos, con los incendios, la deforestación, con el uso de semillas modificadas porque va en contra de los principios agroecológicos. Con el modelo extractivista se tiene una economía basada en el gas, la minería, los hidrocarburos que son recursos no renovables que generan contaminación y desigualdad.
ANA: ¿En qué se diferencia la producción agroecológica, con la producción tradicional?
EV: La producción agroecológica se enfoca en generar y potenciar el equilibrio ecológico. Esto se logra mediante el manejo adecuado de los suelos y el agua, evitando la erosión, mejorando la fertilidad del suelo y promoviendo la biodiversidad a través de la combinación de cultivos, en el que conviven hortalizas, leguminosas, árboles frutales, y además se recuperan especies nativas que enriquecen y conservan la biodiversidad.
Un aspecto clave es que la agroecología no utiliza agroquímicos y promueve prácticas sostenibles, a menudo respaldadas por sistemas participativos de garantía para asegurar la ausencia de agrotóxicos.
A diferencia de la agroecológica, la producción tradicional no exige el cumplimiento de normas de sostenibilidad ni la certificación de productos. Aunque la producción agroecológica puede enfocarse en la exportación de productos orgánicos bajo normas internacionales, la producción tradicional se centra más en la autosuficiencia, el autoconsumo y la venta de excedentes en el mercado local.
ANA: ¿Cuáles son las ventajas sociales, económicas y ambientales de la producción agroecológica?
EV: Una de las ventanas sociales de la agroecología es que promueve y reconoce el aporte de la mujer en la producción y los sistemas alimentarios. En el departamento de La Paz, la participación de las mujeres en la producción agroecológica llega hasta un 47%, un 42% en Oruro y Potosí y un 39 % en Cochabamba. Por otra parte, se rescata los conocimientos ancestrales y el legado de una producción adaptada a los contextos locales y territoriales, se mejora la nutrición y se contribuye a la seguridad alimentaria.
En lo económico, el autoempleo, la familia tiene empleo y obviamente se traduce en ingresos económicos, se garantiza la producción sostenida con la conservación y protección de las bases que son el agua, el suelo y la biodiversidad. Sin embargo, está pendiente trabajar en la búsqueda de nuevos mercados para la comercialización de productos agroecológicos, con valor agregado.
Las ventajas ambientales es uno de los temas clave, porque al referirnos al ámbito ambiental estamos hablando de todos los recursos: agua, suelos, bosques, bosques nativos, la biodiversidad nativa entre flora, fauna, plantas medicinales, etc. se busca un equilibrio entre toda la diversidad biológica.
ANA: ¿Qué sector de la producción agrícola, mayoritariamente cubre la demanda del mercado nacional?
EV: Un 65 % de la producción agrícola que cubre la demanda del mercado nacional, proviene de la agricultura familiar, es la producción de alimentos desde la agricultura campesina indígena de base agroecológica y también tradicional.
El 3% proviene de la agricultura no familiar; es decir, del agronegocio. Un 32% de los alimentos se importa, quizás ahora con la crisis que estamos teniendo está cambiando por la del contrabando a la inversa.
ANA: ¿Cómo contribuye la agroecología a la seguridad alimentaria, la conservación y restauración de la biodiversidad?
EV: Cuando hablamos de seguridad alimentaria, estamos hablando de la disponibilidad, del acceso y el uso de tus alimentos. La disponibilidad se da cuando tú tienes disponible los alimentos, como consumidores, en los mercados, supermercados, en las ferias agroecológicas, pero también disponible para los mismos productores que lo producen.
La seguridad alimentaria también tiene que ver con la disponibilidad de una variedad de alimentos de frutas, verduras – hortalizas en general, leguminosas) para una dieta balanceada. La agroecología también contribuye con una mejor nutrición, entonces es otro campo muy interesante el nivel nutritivo de los productos derivados de la producción agroecológica que mejora la salud.
Respecto a la conservación y restauración de la biodiversidad, al promover sistemas biodiversos estamos hablando de granos, de hortalizas, de frutales incluso en los sistemas agroforestales de árboles forestales nativos que contribuyen también con abono y sombra.
Por ejemplo, existen productores que implementan sistemas agroforestales en terrenos de laderas empinadas, cualquiera diría que ahí no se puede producir, pero los productores lo están haciendo y es una manera también de restaurar ecosistemas, promover la biodiversidad y proteger los suelos. Al no usar insumos tóxicos para controlar las plagas no afectas a ningún ser vivo de la naturaleza.
La agroecología mejora la vida y el funcionamiento de los suelos, lo que optimiza la infiltración del agua y favorece funciones ecosistémicas clave como la captura de carbono y el reciclaje de nutrientes. Sus sistemas biodiversos son más resistentes a plagas y resilientes ante eventos climáticos extremos, superando a los monocultivos en eficiencia y productividad. Esta regularidad en la producción se traduce en una mayor estabilidad y seguridad alimentaria para las familias, consolidando un modelo agrícola sostenible.
En Bolivia, la agroecología se ha convertido en una alternativa viable y necesaria, especialmente para las familias campesinas y comunidades indígenas, que a menudo enfrentan los mayores impactos del modelo extractivista. La agroecología no solo ofrece soluciones a los problemas ambientales y económicos, sino también contribuye a construir sistemas alimentarios más justos, equitativos y sostenibles.

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