Gracias a las indicaciones de una vecina fue posible comprobar que hacia abajo, por el sector occidental del área, tras subir y bajar por senderos y cañadones, efectivamente había restos de árboles talados así como zonas cercadas con alambre de púas y calamina.
Texto e imágenes: Vladimir Ledezma Maldonado
La Paz, 21 de junio de 2021 (ANA).- Este medio pudo evidenciar que el tumbado y la destrucción de la vegetación continúan en el lugar, pese a que avasallamientos y tala de árboles en el bosquecillo y serranías de Auquisamaña, área donde constantemente se habrían registrado asentamientos irregulares y movimientos de tierra, ya fueron públicamente denunciados y el Concejo Municipal pidió una investigación al respecto.
Sin embargo, la reforestación con especies nativas como pinos y molles, entre otras, así como la limpieza del área protegida municipal, tampoco se detienen en esta área protegida municipal de 205 hectárea donde la alcaldía de La Paz tendría la facultad constitucional exclusiva de administrar, gestionar y planificar el lugar al margen de cualquier derecho propietario.
Luego de analizar numerosas informaciones referidas al bosquecillo de Auquisamaña, la agresión a sus espacios y a la floresta, la Agencia de Noticias Ambientales (ANA), se trasladó al sector la mañana del domingo 20 a fin de evidenciar todo ello y verificar el estado de ese sitio, considerado como uno de los pulmones de la ciudad de La Paz por el oxígeno que emanan los árboles del área que se encuentra en la zona sur y a la que se accede por una vía que sube al sector y es aledaña a la avenida Costanera.
Verificación de la tala
Entonces, aprovechando que se encontraban allí funcionarios del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP) que coordinaban con grupos de voluntarios ambientalistas la limpieza de desechos vertidos en el lugar, les solicitamos que nos proporcionen informaciones sobre la tala y los avasallamientos, pero se nos manifestó que ello solo podía ser efectuado por Marcelo Lorberg, nuevo director de Áreas Protegidas Municipales.
Solamente una vecina del lugar, que orientaba a los grupos de voluntarios, accedió a indicarnos que la zona de tala y avasallamientos se encontraba hacia el lado occidental del sector, de esa manera fuimos al lugar y tras recorrer senderos y cañadones, tanto de subida como de bajada, comprobamos al fin que por el sector efectivamente habían restos de árboles talados así como zonas cercadas con alambre de púas y calamina.
Cabe recordar que el 24 de mayo de esta gestión, el Concejo Municipal emitió una minuta de comunicación que recomendaba una investigación sobre la tala de árboles en el bosquecillo de Auquisamaña y otros puntos aledaños a la zona, pues un informe de la comisión de Desarrollo Territorial y Social de ese órgano edil, presentó como antecedentes que tanto el desvío de una quebrada como la tala, eran atribuidas por los vecinos a la dirección de Cuencas, que hoy sería parte de la sección Municipal de Infraestructura.
Descanso y energía
El nombre del lugar que antropólogos describen como una apacheta donde residen los achachilas o deidades de la naturaleza, significaría en las lenguas nativas “sitio donde descansan los ancianos” que se constituiría en uno de los lugares destinados a realizar ofrendas a la tierra (Tierra).
Asimismo, al área de Auquisamaña, donde se puede percibir la energía que irradia el lugar, se le atribuye el que recarga con energía especial a quienes lo visitan, pues según explican especialistas, al ser una apacheta esta se constituiría “en un espacio mágico y sagrado” que solía ser concurrido por adultos mayores a los que se los consideraba sabios en la cosmovisión andina.
Al respecto transcribimos una cita rescatada de la Coordinadora en Defensa de los Derechos de la Madre Tierra (CODMA) que mediante las redes sociales viene solicitando a la alcaldía paceña que garantice la aplicación de las medidas necesarias para respetar y recuperar la integridad de las Áreas Protegidas Municipales (APMs).
“Por otro lado, el bosquecillo de Auquisamaña ha sufrido la pérdida de cientos de metros cuadrados a causa de incendios provocados por los visitantes, personas que han destrozado la señalética e infraestructura del lugar, avasalladores que trataron de tomar el bosquecillo y el ingreso descontrolado de visitantes que han dejado pasivos ambientales de importancia para el área al botar su basura en los senderos, arrancar flores y pintar rocas, hacer fogatas pese a su prohibición y no respetar la paz que el lugar debe guardar para albergar distintas especies de fauna”.
Áreas protegidas municipales
El municipio de La Paz contaría con alrededor de veinte áreas protegidas establecidas de acuerdo a la Ordenanza Municipal GAMLP No.259/2015 de 20 de mayo de 2015 que declara para su conservación y protección a los siguientes espacios como patrimonio natural y paisajístico en su área urbana:
Parque Urbano Central; Jardín de la Revolución; Cerro de Llukancari y Taraqui; Cerro de Ticani; Parque de Mallasa; Valle de la Luna y Cactario; Parque de Aranjuez; Laguna de Cota Cota; Cóndores Lakota; Jonkhomarca; Keyllumani; Huayllani; Bosque de Bolognia; Cerro de Aruntaya (23 de marzo); Serranías de Aruntaya; Cuchilla, Chuquiaguillo y quebradas del río Callapa; la Cumbre; Bosquecillo de Pura Pura; Siete Lagunas; Cerros de Challaloma, Cóndor Samaña, Serranías de Amor de Dios, Serranías coloradas de Florida y Azusinani; Muela del Diablo y Pachajalla. (VLM)