Se rechaza el haber autorizado al INIAF a desarrollar semillas diferentes de las legalmente permitidas y de actuar contra la Constitución Política del Estado y las leyes que sancionan la introducción de producción transgénica al país.
La Paz, septiembre de 2023 (ANA).- En carta abierta dirigida a Magín Herrera, viceministro de Medio Ambiente , Biodiversidad y Cambios Climáticos, varios colectivos ambientales, a tiempo de oponerse a la introducción de nuevos productos transgénicos a Bolivia, denuncian incumplimiento de normativa para favorecer al agronegocio y llaman al gobierno central, al comité Nacional de Bioseguridad y a todas las autoridades correspondientes a actuar contra esos ilícitos sancionando a los responsables.
El documento, listo para su entrega, enfatiza que es misión específica del viceministro ejercer soberanía nacional para el uso de productos transgénicos y biotecnología moderna, pero observa que dicha autoridad estaría obviando la soberanía popular y pasando por alto la postura de la sociedad frente a notas y solicitudes de rechazo a la introducción de nuevos eventos de soya y de oposición rotunda a la introducción de maíz transgénico.
Autorización al INIAF para permitir desarrollo de transgénicos
Asimismo, se destaca que la autoridad nunca respondió a esas notas y solicitudes, pero en 9 de agosto de 2022 autorizó al INIAF (Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal) a desarrollar eventos diferentes de los permitidos legalmente en el país y generar información sobre su uso. Cabe recordar que en ese marco se designa como evento a la recombinación o inserción particular de ADN ocurrida en una célula vegetal a partir de la cual se originó la planta transgénica.
En ese sentido se plantean cuestionantes al viceministro Herrera entre los que sobresalen si para ello él cumplió con el reglamento de Bioseguridad; si se activó el comité Nacional de Bioseguridad; qué eventos de maíz transgénico son legales; qué corporación transnacional está patentando los nuevos eventos; si al ser el INIAF el solicitante, se plantearía una producción estatal de transgénicos y si se da por hecho la producción de maíz transgénico en el país.
En la carta se observa que al proceder inconsultamente favoreciendo la introducción de productos y cultivos transgénicos, se está incumpliendo tratados suscritos y ratificados por Bolivia como el protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología, el tratado Internacional sobre Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, la convención sobre Diversidad Biológica y el convenio de Rotterdam. Bajo ese lineamiento también se sindica al viceministro de poner en riesgo la salud de la población, la biodiversidad y el medio ambiente al no emplear procedimientos de evaluación de riesgos en su calidad de autoridad Ambiental Competente Nacional (AACN), ni haber convocado al comité de Bioseguridad para considerar la introducción de nuevos transgénicos.
CPE y Ley de la Madre Tierra prohíben toda forma de transgénicos
Paralelamente, el documento destaca la normativa de la Constitución Política del Estado que prohíbe en el Artículo 255 toda forma de producción, importación y comercialización de OGM (Organismos Genéticamente Modificados), así como leyes y resoluciones que esa autoridad habría ignorado como la Ley 071 de la Madre Tierra que establece el derecho a la preservación de la diferenciación y la variedad de los seres que componen la Madre Tierra, sin ser alterados genéticamente ni modificados en su estructura de manera artificial.
Inclusive se hace referencia a otra normativa que habría sido pasada por alto, se trata de la Ley 622 de Alimentación Escolar en el Marco de la Soberanía Alimentaria y la Economía Plural que establece que queda prohibida la contratación de alimentos genéticamente modificados (transgénicos) para la alimentación complementaria escolar.
También se alude a la resolución Administrativa VRNMA N 135/05 que en su artículo segundo resuelve: “Rechazar toda solicitud sobre introducción de maíz genéticamente modificado al territorio nacional para la realización de pruebas de campo, siembra, producción o liberación deliberada en el medio ambiente, por la alta probabilidad de contaminación genética de las variedades criollas de maíz.
Entre las instituciones y colectivos ambientales que firman la carta se encuentran Plataforma Agroecológica del Trópico, Sub Trópico y Chaco; Movimiento Bolivia Libre de Transgénicos; Movimiento Agroecológico de Bolivia; Consumidores Conscientes; Coordinadora en defensa de la Amazonía; Centro de Documentación e Información de Bolivia (CEDIB); Amigos del Árbol; Rebelión o Extinción-Bolivia; Defensores Bello Monte; La Paz Vegan; Coordinadora por el Medio Ambiente (Codapma); Alimentos en Resistencia; Alianza Animalista La Paz; Yo soy Semilla y Lucha por la Amazonía. (VLM)