La comunidad Quituquiña le ganó terreno a la deforestación y al conflicto sociedad-Naturaleza: en el bosque josesano eclosiona una fuerza de conservación con visión de mujer chiquitana.
Por: Pablo Guzmán Silvestre
Foto Principal: Central de Comunidades Indígenas de Chiquitos Turubó
Santa Cruz, 29 noviembre (ANA).- En la comunidad Quituquiña, en el municipio de San José de Chiquitos, el año 2023 nació el Área Protegida Bosque Pedagógico Los Piyos, con 717 hectáreas de superficie, a partir de una resolución comunal, bajo normas y procedimiento propios, como una respuesta inicial comunitaria a la necesidad de asegurar espacios bioculturales de educación ambiental para la Escuela de la comunidad, en un momento en el que se incrementaba en la zona la reducción de la cobertura boscosa por la creación de nuevas comunidades, tráfico de madera, tráfico de tierras y el establecimiento de estancias o propiedades privadas.
Conscientes de la vulnerabilidad de la nueva área protegida comunal ante las diferentes presiones ambientales, Quituquiña decidió ir más allá, con el acompañamiento de la institución PRODECO, el 19 de diciembre de 2024, el Bosque Pedagógico Los Piyos, ascendió a área protegida municipal, a través de la Ley autonómica municipal/211, con lo cual se aseguraba un mayor reconocimiento legal, protección y administración compartida. Este logro comunitario contó con el impulso de la lídereza indígena Zoila Zevallos Roca, actual Presidenta del Comité de Gestión de esta área protegida. Para Zevallos el área protegida tiene que tener un candado legal superior, por si a nosotros el día de mañana deja de importarnos esta Naturaleza”.
Zoila Zevallos vivió este episodio histórico para su comunidad y para el municipio de San José de Chiquitos, después de dos años de haber retornado de Roboré, tras un arduo activismo ambiental en la defensa del Valle de Tucabaca, por la que fue criminalizada y “obligada” a retornar a su comunidad. En la entrevista realizada a Zoila Zevallos, ella sostuvo con humor “salí llorando de mi comunidad por tener que irme y volví llorando por no querer volver”. Su liderazgo ambiental no se retrajo, ni amilanó, en su tierra natal engranó pantalones y tipoys para mover una acción colectiva que ganaría terreno a la deforestación y al conflicto sociedad-Naturaleza, resguardando para las futuras generaciones un importante área de bosque.

Zevallos recuerda que la propuesta de ley que dio lugar a la Ley municipal/211 de creación del Área Protegida Municipal Bosque Pedagógico Los Piyos, fue presentada al Concejo Municipal de San José de Chiquitos en una sesión desarrollada en el interior de este bosque a petición de la comunidad, un recurso estratégico para exponer en el terreno el valor de esta área protegida y comprometer a las autoridades con la conservación del patrimonio natural de la comunidad.
Es así que emerge un área protegida con vocación de educación ambiental, de conservación de la biodiversidad, de resguardo de plantas medicinales para el rescate y transmisión de los conocimientos locales del bosque para el desarrollo futuro del turismo comunitario.
El Bosque Pedagógico Los Piyos es un importante hábitat y refugio de monos, chanchos de monte, taitetuses y piyos, su vegetación está compuesta por árboles de tajibo morado, tajibo blanco, mara, paquió, entre otras especies arbóreas con usos medicinales.
Sin estar todavía abierta al turismo comunitario, debido a la falta de condiciones, señala Zevallos, que diferentes delegaciones de la Universidad Católica Boliviana, de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno y de la NUR, ya visitaron el área protegida para intercambiar conocimientos sobre su biodiversidad, su valor ambiental y sociocultural. Zevallos ve en estos acercamientos a potenciales aliados para ampliar el conocimiento del área protegida.
El área de bosque conservado brinda oportunidades para ampliar los medios de vida y las actividades productivas de la comunidad, como la agricultura de autoconsumo, y reducir así la venta de mano de obra fuera de la comunidad. Al interior del área protegida se realiza la producción de miel, Zevallos también vislumbra la posibilidad de elaborar artesanías con recursos del bosque.
Un precedente importante para la diversificación de las actividades productivas en la comunidad es la conformación de la Asociación del Aceite de Totaí, con el apoyo de Fundación Amigos de la Naturaleza para la capacitación de mujeres en la producción de aceite medicinal, aceite para tratamientos de belleza, shampoo y jabón. Para Zevallos las mujeres de Quituquiña están también preparadas para producir galletas, harina, dulces, refrescos y helados, a partir de la pulpa del fruto del totaí, a partir de algunos de los conocimientos que han ido adquiriendo en el aprovechamiento de este fruto silvestre abundante en Quituquiña.

“Ya la gente está capacitada, están adquiriendo las maquinarias necesarias para empezar a trabajarb están empezando con esa proyección de llegar con productos”, asevera con optimismo Zevallos.
Zoila Zevallos proyecta promover y apoyar la conservación y creación de bosques pedagógicos en dos comunidades chiquitanas para el año 2026, ella proclama “para defender la Naturaleza no es necesario un regimiento, se necesita la voluntad de algunas personas, pero que tengan la firmeza de llegar a concluir”.
La experiencia de la creación de un área protegida con base comunitaria y con el liderazgo de mujeres chiquitanas en Quituquiña, en el Bosque Seco Chiquitano, ya ha trascendido fronteras con la más reciente participación de Zoila Zevallos en la COP30, gracias al apoyo de Fundación Socioambiental Semilla y WWF Bolivia.
Esta nota de prensa fue realizada en el marco del proyecto “Procesos de incidencia para el fortalecimiento de políticas ambientales y de conservación en áreas protegidas y ecosistemas estratégicos de Bolivia” implementado por LIDEMA y las plataformas departamentales por las áreas protegidas y ecosistemas estratégicos, con el apoyo de WWF, WCS y FUNDESNAP.
/ANA/












