Se realizó la presentación de Biopochito AI, una innovadora aplicación educativa que combina inteligencia artificial y recursos lúdicos para acercar la ciencia y la tecnología a niños, niñas y jóvenes. La herramienta busca promover el aprendizaje lúdico y la conciencia ambiental.
La Paz, 28 agosto (ANA).– El Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) fue el escenario de la presentación oficial de Biopochito AI en Bolivia, donde la aplicación mostró su potencial educativo al interactuar directamente con estudiantes. Durante la jornada, el sistema digital guió a niñas, niños y jóvenes en actividades de educación ambiental, demostrando cómo la inteligencia artificial puede convertirse en un aliado para explicar conceptos complejos de forma sencilla y transformarlos en juegos y desafíos.

En la jornada de presentación, Biopochito AI interactuó digitalmente con 60 estudiantes del Colegio Ruso Boliviano, guiándolos en la identificaron elementos biodegradables y no biodegradables, la construcción de robots con material reciclado y la realización de un teatro científico para sensibilizar sobre la conservación de las ranas del Lago Titicaca.


Biopochito nació en 2020 como un juego de computadora, creado por un equipo internacional e interdisciplinario de Colombia, China y Bolivia. Desde entonces, ha evolucionado para convertirse en una herramientacapaz de compartir información sobre temas ambientales y de generar actividades educativas a partir de una base de datos científica.
“Queremos que Biopochito evolucione y sea cada vez más inteligente. Su mayor valor es que ofrece información fácil de entender para los niños, sin perder la precisión científica que lo respalda”, destacó el Prof. Dr. Marco Antonio Cabero, presidente de la ARCST e impulsor de Biopochito AI en Bolivia.
La aplicación fue desarrollada por el International Green Science Center for Latin America and the Caribbean (IGSCLAC) y la Andean Road Countries for Science and Technology (ARCST), con el propósito de unir la ciencia y la educación en un formato accesible para la niñez.

“Teníamos que ponerle un nombre fácil de recordar y que sea interesante. ‘Bio’ está relacionado con la biología y ‘Pochito’ es un término carismático. Su símbolo es un niño, porque representa curiosidad y cercanía”, añadió Cabero.
En el mismo evento, el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) anunció que, junto a la ARCST, celebraron un logro internacional al obtener el Premio a la Mejor Creatividad y Participación (Clip Corto) en la Gran Final del Concurso Internacional de Teatro Científico (ISDC), realizada el 4 de agosto en Singapur.
El reconocimiento fue otorgado al video “La guayaba: un viaje cuántico”, inspirado en el Año Internacional de la Ciencia y la Tecnología Cuánticas de la ONU. En esta producción, los jóvenes divulgadores científicos Lucio y Eleonor Ríos Saravia, del Colegio Ruso Boliviano, ofrecieron una explicación sencilla y entretenida sobre la relación entre la fotosíntesis y los fenómenos cuánticos, mostrando cómo la luz es clave para que la guayaba desarrolle sus propiedades nutritivas.
Con la presentación de Biopochito AI en La Paz y el premio obtenido en Singapur, Bolivia reafirma su compromiso con la educación ambiental y digital, mostrando que la ciencia puede compartirse con creatividad, precisión y alcance internacional.















