Ninguna ley, decreto, designación, restructuración o negociación internacional puede situarse por encima de la vida y hacer una mercancía de sus formas de existencia.
La Paz, 21 noviembre (ANA).- Con la acción de performance “Agrobuffet: del suelo a tu mesa” y en conmemoración del Día Nacional del Consumo Ecológico, las protestas de colectivos ambientalistas prosiguieron esta tercera semana de noviembre, luego de una jornada de triple acción contra la fusión del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas (MMAyA) y la designación como su titular de Mario Justiniano.
Los grupos ambientalistas Rebelión y Extinción Bolivia, Lucha por la Amazonía y el colectivo KOA efectuaron la acción de protesta en puertas de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia, subrayando el avance del modelo capitalista-extractivista en el país y el debilitamiento de la institucionalidad ambiental.
En ese sentido las organizaciones alertaron que el nuevo gobierno boliviano continúa promoviendo políticas que mercantilizan la vida en todas sus formas, señalando que todas las instancias de vida son tratadas como mercancía”: animales, bosques, pueblos indígenas, hombres, mujeres, jóvenes y comunidades rurales son reducidos a recursos explotables en nombre de un malentendido desarrollo.
“La economía verde es una fachada”

De igual manera señalaron que el discurso oficial que predica una “economía verde” se torna en algo así como una fachada que encubre un modelo que pretende que la deuda y los intereses del capital se paguen con la destrucción de los territorios, contaminación del agua, expansión minera y agroindustrial, deforestación, desplazamiento de comunidades y afectaciones graves a la salud pública, de la tierra y de la biodiversidad.
Al respecto, las organizaciones ambientalistas que participaron consideraron que ninguna ley, decreto o negociación internacional puede situarse por encima de la vida, ni que ningún cuerpo debería ser mercancía ni valer menos que otro, todo ello en referencia a la naturaleza, a la biodiversidad, a las aguas, a los bosques y a los pueblos indígenas, a tiempo de advertir que, si continúa el actual rumbo extractivista, “el dinero va a entrar y Bolivia se nos va ir”.
El performance “Agrobuffet: del suelo a tu mesa” presentó tres mesas dispuestas en forma triangular pretendiendo representando la estructura jerárquica del sistema extractivista, simbolizando la primera mesa la explotación animal y la pérdida de biodiversidad;la segunda, la violencia estructural del extractivismo a través de la sangre y la tercera, el impacto del modelo sobre las familias y comunidades: contaminación, desplazamiento y pérdida de soberanía alimentaria.
Finalizaron haciendo un llamado urgente a la sociedad civil, comunidades, movimientos ambientales y defensores de la Madre Tierra a mantenerse en alerta y en movilización frente a lo que consideraron al avance del extractivismo y la falta de políticas reales para enfrentar la crisis climática que agravan en un significativo porcentaje los grupos humanos de poder político y económico.
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