Sólo quedan espejos de agua y una enorme sabana llena de vegetación semiacuática que no permite aflorar al poco líquido que queda; las causas: deforestación acelerada, expansión agroindustrial, minería, agrotóxicos, cultivos y ganadería extensiva, entre otros.
Puerto Suárez, noviembre de 2023 (ANA).- Un seminario internacional en su segunda versión sobre la laguna Cáceres, su trascendencia en la hidrovía Paraguay-Paraná y la alarmante desecación que está terminando de consumir los últimos espejos de agua que le quedan, debido a la sequía, a la acelerada deforestación, a la ganadería y a la expansión intensiva de los cultivos agroindustriales, arribó a importantes conclusiones sobre su restauración y que comprometen a varias instituciones.
Las aguas de la laguna Cáceres ya empezaron su retroceso hacia el año 2020 y dejaron de existir para 2021, porque si bien en oportunidades anteriores sucedió algo semejante, el enorme acuífero logró recuperarse, pero esta vez ya no lo pudo hacer, solo quedan algunos espejos de agua y una enorme y densa sabana de vegetación acuática que es conocida como camalotes y que impiden la oxigenación y circulación de las aguas.
Efectivamente, es innegable que anteriormente el lugar ofrecía paisajes paradisíacos, con un cielo azul reflejado en las aguas de la laguna bordeadas de arboleda y vegetación, así como el embarcadero de Puerto Suárez …pero eso solamente queda en el recuerdo de esa población fronteriza con Brasil, que tiene alrededor de 25 mil habitantes, donde habitualmente la temperatura supera los 40 grados y se encuentra a 638 km de la ciudad de Santa Cruz y a más de ocho horas por carretera en bus.
De un puerto floreciente a un embarcadero abandonado
Y efectivamente, la localidad de Puerto Suárez se fundó como un puerto, a orillas de la laguna Cáceres, su fin era acceder a la hidrovía Paraguay-Paraná que termina en el océano Atlántico. Inclusive hasta mediados del siglo pasado recibía grandes embarcaciones orientadas al comercio. La población albergaba nada menos que a siete consulados extranjeros, era un importante foco de acceso y de salida de productos hacia y desde el país.
A ello debe añadirse que la desaparición de la laguna provocó una enorme migración y mortalidad, tanto de personas como animales silvestres, aves, peces, anfibios y mamíferos. Una importante actividad que se desarrollaba en esas aguas era la pesca que daba sustento a muchas familias, pero hoy ya no hay más, porque dicha actividad solo subsistió hasta 2020 y solo queda un embarcadero en desuso frente a escasos espejos de agua y una abundante y densa vegetación acuática.
Efectivamente, hubo un tiempo en que la superficie de la laguna Cáceres alcanzaba a los 5.68 metros de ancho y una superficie de 26.5 km cuadrados, llegando en época de lluvias a los 200 km cuadrados y una profundidad media de cinco metros.
Deforestación creciente y urbanismo sin planificación
Sin embargo, el evento que contó con la participación de Instituciones del Brasil, el nivel Central del Gobierno Nacional, el nivel Departamental, Regional y Municipal; así como organizaciones sin fines de lucro, prensa, comités cívicos, entre otros, estableció como una de sus principales conclusiones que los daños ocasionados a esa microcuenca son la deforestación paulatina así como el desarrollo de las ciudades que se encuentran cerca del sistema hídrico regional y la aparición de nuevas comunidades sin planificación o estudios que permitan el asentamiento ordenado y que han desecado la laguna y generado sedimentación.
El seminario estuvo auspiciado por Probioma (Productividad, biosfera y medio ambiente), Cedib (Centro de documentación e información de Bolivia), Gobierno autónomo municipal de Puerto Suárez, Puerto Suárez (Naturaleza, cultura y desarrollo), Livelihoods (GLA Alianza por los medios de vida), IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, Humedales sin Fronteras 11.11.11 y Vechi Mee Tegen Onrecht, una organización europea de carácter ambientalista.
Otra conclusión establece que el gobierno municipal de Puerto Suárez es insuficiente para por sí solo afrontar la recuperación de la laguna, pues al efecto debe contar con el apoyo de otras instituciones públicas y privadas, tant0 académicas como de naturaleza semejante, por lo que se solicitó el compromiso voluntario de todos los presentes, en cuanto a que la necesidad de recuperar la laguna Cáceres no solo afecta a Puerto Suárez, sino a Bolivia y gran parte de Cuenca del Plata.
Al respecto la alcaldía de Puerto Suárez se comprometió a gestionar con todos los niveles de gobierno, organismos departamentales, nacionales, internacionales y todos aquellos que permitan realizar estudios y acciones para la protección de cabeceras de cuencas y áreas de recarga hídrica, así como incidir en los municipios vecinos para que coadyuven al fortalecimiento de los recursos hídricos.
“Es oportuno que en este segundo seminario ya tengamos las conclusiones definitivas de qué es lo tenemos que hacer, cómo tenemos que proceder e involucrar también a todas las instituciones, ello porque este es un problema que hoy por hoy se convierte en un problema internacional. Tenemos que saber que el pantanal boliviano es uno de los humedales más grandes del mundo, reservorios de agua dulce, entonces es competencia de todos el cuidarlo”, se refirió Mauricio Montero, alcalde de Puerto Suárez.
“La laguna Cáceres hoy por hoy está sufriendo una sequía, nosotros entendemos que hay un ciclo cada cincuenta años y por eso mencionaban nuestros padres, nuestros abuelos, ya vivieron esta situación, pero ahora vemos difícil la recuperación del cauce que siempre tuvo la laguna porque ya hay muchos otros factores que han intervenido, no solamente un ciclo natural, sino que ahí hay una sedimentación provocada por la mano del hombre, sin ningún estudio técnico o científico respecto al daño y obstrucción que tienen los principales afluentes de la laguna Cáceres como los ríos Pimiento, Jordán, Canal Ipurí, Uyuyú y el Canal Tamengo”. (VLM)