Además de las áreas protegidas, otros sectores frágiles y de suma importancia para la vida de las poblaciones se encuentran en las cabeceras de cuenca donde el sector exige control para evitar contaminación con mercurio en la cuenca baja
La Paz, abril de 2024 (ANA).- Mediante un pronunciamiento emitido en las últimas horas, el sector pesquero del río Beni que incluye a los municipios de Rurrenabaque y San Buenaventura, así como comunidades indígenas Tacanas y Esse Ejjas, entre otras, exige suspender toda actividad minera que se realiza de manera ilegal en los ríos Beni, Tuichi, Quiquibey, Quendeque, Kaka, entre otros, por los altos niveles de contaminación por mercurio.
Es así que la exigencia de alto a las actividades mineras no solamente se circunscribe a las áreas protegidas, sino también a las cuencas y a las fuentes de agua. “Se exige que las actividades mineras auríferas que se realicen en las cabeceras de la cuenca del río Beni (Mapiri, Tipuani, Guanay, Kaka y La Paz) tengan la regulación necesaria para evitar la contaminación por mercurio en la cuenca baja”, enfatiza uno de los primeros puntos.
Otro requerimiento de las once asociaciones de pescadores y comerciantes de pescado, es la paralización de nuevas concesiones mineras que tiendan a afectar las labores pesqueras, así como la calidad de la carne de pescado aprovechada desde el río Beni, “por los riesgos que puede llevar a la salud la contaminación generada por el mercurio y otros metales pesados usados por la minería”.
Pese a estar en vigencia acuerdos internacionales para la protección de la salud y el medioambiente, Bolivia es el único país en la región donde es legal el uso de mercurio, ya que esta sustancia, en otros países de la región como Perú y Brasil, está prohibida su comercialización precisamente por su carácter altamente tóxico, ampliamente demostrado por estudios especializados de carácter internacional.
Monitorear la contaminación
En esa misma línea se propone la implementación de un sistema de monitoreo a la contaminación con mercurio en la carne de pescado cuya función sea la de analizar la efectividad de las medidas de control que se estima sean aplicadas.
Igualmente se demanda que se difundan los estudios realizados por la Central de Pueblos Indígenas del norte de La Paz (CPILAP) sobre los niveles de mercurio encontrados “tanto en personas como en carne de pescado, resaltando las diferencias en los niveles de contaminación según las especies analizadas”.
En Bolivia, “los indígenas varones Tacanas y Esse Ejjas comprendidos entre los 45 y 50 años resultaron los más impactados por el mercurio en sus organismos, revela un estudio realizado en seis comunidades por la Universidad de Cartagena de Colombia, con el apoyo del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Cejis) y el Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib)”, (ANA, 17 de julio de 2023).
Inclusive, un reciente estudio realizado por un equipo de científicos en la región de Madre de Dios en la Amazonía peruana, halló niveles excesivos de mercurio en las plumas del pecho de las aves, especialmente en aquellas que se alimentan de peces y de insectos.
Es preciso recordar que el mercurio no es la única sustancia tóxica que es empleada por el extractivismo aurífero, pues también es usado el cianuro, cuyos efectos dañinos en la salud humana y de la biodiversidad son extremadamente riesgosos, porque entre otras causas, su manipulación y transporte no es lo suficientemente seguro y puede provocar su filtración en el suelo y cuerpos de agua. (VLM)