El programa evidencia que las áreas protegidas, guardaparques y comunidades comprometidas con la defensa de la naturaleza, promueven el aprovechamiento del lagarto sin poner en riesgo su subsistencia, mejorando la calidad de vida de los pueblos originarios mediante un beneficio sustentable de esta especie de tierras bajas.
La Paz, diciembre de 2021.- La estrategia de comercialización de los productos del lagarto, al que los pueblos de la Amazonía boliviana consideran como un ser mágico al que llaman “jichi”, generó experiencias valiosas y ha permitido acceder a mercados diferenciados, que privilegian productos basados en el manejo sostenible de recursos naturales, con respeto a la naturaleza y considerando el desarrollo de las comunidades locales que habitan las áreas protegidas que cuentan con la presencia de esta especie en nuestro país[Aprovechamiento Sostenible del Lagarto, WCS, 2017].
El Programa Nacional para la Conservación y Aprovechamiento Sustentable de la Vicuña junto al Programa de Conservación y Aprovechamiento Sostenible del Lagarto, constituyen los dos ejemplos más exitosos del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Bolivia (SNAP) cuyo aporte a la conservación de la vida silvestre y a la generación de ingresos para las comunidades locales son una clara muestra de la viabilidad en el logro de compatibilizar el desarrollo local con la preservación, reflejando además la posibilidad de construir mecanismos sostenibles de captación de recursos para el fortalecimiento de las áreas protegidas nacionales.
Compensar la pérdida de individuos
Faunagua, una organización no gubernamental que centra su accionar en estudios y proyectos sobre aprovechamiento sostenible de recursos naturales, manejo integral de agua dentro de un entorno espacial de cuenca, manejo de áreas protegidas, territorios indígenas y campesinos, género e incidencia pública, estima que para que un plan de manejo con fines de aprovechamiento en forma sostenible pueda llevarse a cabo, “deben darse determinadas premisas biológicas que garanticen la sostenibilidad de la explotación y no se pase a una espiral de sobreexplotación”, es decir usar en exceso el recurso lagarto [Plan de Manejo del Lagarto en el TIPNIS, Faunagua, SERNAP, TIPNIS, GTZ, MAPZA, GFA, 2004. p. 13].
Esta institución, que acuñó la experiencia del manejo técnico respecto al plan de manejo del lagarto en el TIPNIS, considera que dichas premisas guardan relación “con la capacidad que presenta una población de compensar la pérdida de individuos, ya sea mediante un incremento en la supervivencia o un incremento en la fecundidad de las hembras” [Plan de Manejo del Lagarto en el TIPNIS, Faunagua, SERNAP, TIPNIS, GTZ, MAPZA, GFA, 2004. p. 13].
En tal sentido, la Fundación para el Desarrollo del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Bolivia (FUNDESNAP), invita a todas las entidades del Estado, cooperación internacional y entidades ligadas a la conservación a fortalecer la experiencia de aprovechamiento sustentable del lagarto, aportando de esta manera a la preservación de la vida silvestre y a la construcción de bases sólidas que motiven el trabajo de conservación liderado por guardaparques y pueblos indígena originario campesinos de tierras bajas de Bolivia.
Comercialmente amenazado
El lagarto o caimán yacaré está citado en el Libro Rojo de los Vertebrados de Bolivia dentro de la categoría Comercialmente Amenazado (CT, por el nombre en inglés) y de Menor Riesgo (LR, por el nombre en inglés), de acuerdo a los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) de 1996 [Pacheco & Aparicio 1996]. Después de iniciar el Programa de Conservación y Aprovechamiento Sostenible del Lagarto, el caimán yacaré pasó a la categoría “Bajo riesgo, dependiente del programa de conservación (LR1)” [Plan de Manejo del Lagarto en el TIPNIS, Faunagua, SERNAP, TIPNIS, GTZ, MAPZA, GFA, 2004.].
Si bien el Libro Rojo de la Fauna y Flora Silvestre en Bolivia (Ministerio de Medio Ambiente y Agua, 2009) no reporta al yacaré como especie vulnerable, en peligro o en peligro crítico, ello no significa que no enfrente riesgos ante factores que tienden a disminuir su población [www.senda verde, 2020].
Cabe observar que el principal peligro no natural consiste en que el ser humano lo caza por su cuero, pero ante dicho riesgo la adecuada protección al lagarto mediante un sistema de control eficaz es la actividad que precede el desarrollo de programas de aprovechamiento legal. En esta dimensión proteccionista la línea de acción no enfoca solamente aspectos de infraestructura y equipamiento, sino también aspectos de control y vigilancia comunal, organización local para la producción, capacitación y normatividad local [Plan de Manejo del Lagarto en el TIPNIS, Faunagua, SERNAP, TIPNIS, GTZ, MAPZA, GFA, 2004].
Hasta 3 metros de longitud
Conocido por su nombre común de yacaré, este anfibio es una especie que habita en las regiones tropicales y subtropicales de Sudamérica. Al ser un osteodermo, tiene una placa ósea que se encuentra en la piel y puede alcanzar los tres metros de longitud, se alimenta de peces, reptiles, mamíferos, y otros anfibios (Museo Nacional de Historia Natural, 2014).
En el país existen cinco especies de aligatóridos que son anfibios crocodilianos emparentados con los cocodrilos, de ellas solo una, el caimán yacaré, integra ese programa nacional sostenible, en tanto que la caza de las otras cuatro se encuentra bajo veda: caimán negro (Melanosuchus niger), el caimán del Chaco (Caiman latirostris chacoensis) y otras dos especies más de paleosuchus [www. redprensaverde.org,
El yacaré en ocho áreas protegidas
Para sobrevivir, el yacaré necesita estar cerca del agua, siendo su entorno ideal las pampas inundables bolivianas donde abundan alrededor de ríos, lagunas y pantanos. El país presenta al yacaré entre la fauna de al menos ocho de sus veintidós áreas protegidas de carácter nacional que se encuentran en las partes bajas de los departamentos de Santa Cruz, La Paz, Pando y Beni.
Entre ellas pueden citarse al Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) San Matías, Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado (PN ANMI) Otuquis, PN ANMI Amboró, PN ANMI Madidi, Reserva de la Biosfera y Tierra Comunitaria de Origen (RB TCO) Pilón Lajas, Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica (RNVSA) Manuripi, Reserva de la Biosfera Estación Biológica de Beni (RB EBB) y el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) [Plan de Manejo Integrado TIPNIS, Faunagua, SERNAP, TIPNIS, GTZ, MAPZA, GFA, 2004].
Programa de Conservación y Aprovechamiento Sostenible del Lagarto
El artículo 54 de la Ley del Medio Ambiente N° 1333 establece que el Estado debe promover y apoyar el manejo de la fauna y flora silvestres, en base a información técnica, científica y económica, a fin de efectuar un uso sostenible de las especies autorizadas para su aprovechamiento; por su parte el Art. 56 norma que el Estado promoverá programas de desarrollo a favor de las comunidades que tradicionalmente aprovechan los recursos de flora y fauna silvestre con fines de subsistencia, a modo de evitar su depredación y alcanzar su uso sostenible.
Asimismo, el Reglamento para la Conservación y Aprovechamiento del Lagarto de 31 de julio de 1997 entiende por Plan de Manejo del Lagarto al conjunto de actividades que tienen por finalidad garantizar el uso sostenible de la especie, y en su artículo 1 hace referencia específica al caimán yacaré como parte de la riqueza natural y patrimonio nacional.
Artículo producido en el marco del Proyecto “Fortaleciendo las Bases de Sostenibilidad Financiera del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Bolivia (SNAP) para la Consolidación de Procesos de Conservación”, implementado por FUNDESNAP en coordinación con el SERNAP y bajo el patrocinio de la Fundación Gordon and Betty Moore.