Son tres de las más letales tecnologías que provocan enormes daños al medio ambiente, a la salud humana, a la biodiversidad y a los suelos, generando contaminación de acuíferos, derrumbes y sequías.
La Paz, febrero de 2024 (ANA Bolivia).- “Proscribir en el territorio nacional el maíz transgénico y la extracción de hidrocarburos mediante el fracking; no otorgar concesiones para la actividad minera a cielo abierto”, esa es la propuesta del presidente de México, Manuel López Obrador, al congreso de ese país y que está orientada a reformar la Constitución.
Al respecto es preciso recordar que los transgénicos hacen referencia a los organismos genéticamente modificados introduciendo genes de otras especies provocando graves daños al medio ambiente, todo con fines comerciales. México sostiene con Estados Unidos una controversia sobre el maíz transgénico que quiere ser impuesto al país latinoamericano (www.ImagenAgropecuaria.com. martes, febrero 6,2024)
Lamentablemente el maíz transgénico también está presente en varias regiones de Bolivia, tanto sembradíos como importaciones “Las notas de prensa publicadas en El Deber afirman que en la campaña agrícola 2016/2017 se cultivaron alrededor de 62.550 hectáreas de maíz transgénico en el departamento de Santa Cruz (14/08/2017), así como la importación de 87 toneladas de maíz amarillo transgénico argentino en el 2015 y que en el 2016 esta cifra se disparó hasta 98.0000 toneladas”.
El maíz genéticamente modificado pone en riesgo la biodiversidad, ya que sus genes se diseminan fácilmente, contaminando las variantes silvestres, cultivos convencionales o ecológicos y acarrean riesgos imprevisibles pues se trata de liberar genes de especies que nunca se cruzarían de modo natural.
Fractura hidráulica
En referencia al fracking, una técnica de estimulación de pozos en yacimientos de hifrocarburos, hay que destacar que se trata de una tecnología enormemente dañina que inyecta con potentes bombas enormes cantidades de agua, arena y aditivos químicos a alta presión en las rocas que están a gran profundidad y contienen gas o petróleo, se trata de la fracturación hidráulica de los suelos. Al inyectar estos materiales se generan nuevas fracturas y se amplían también las que existían previamente.
Los peligros para la salud humana y del medio ambiente pasan por la contaminación de los acuíferos, riesgos de explosión y deslizamientos, generación de sequías, rupturas de las capas subterráneas de suelo, dificultades en la agricultura y el turismo, y, desde luego, afectación directa a la calidad de vida de los habitantes de las zonas donde se practica.
Esta tecnología también es empleada en nuestro país y de hecho, ya los pueblos guaraníes se encuentran en estado de emergencia contra un proyecto estatal que prevé el uso del fracking en el corazón del Chaco, siendo la escasez de agua el principal problema que enfrentan las comunidades indígenas presentes en la zona.
Minería a cielo abierto
En referencia a la actividad minera a cielo abierto, esta consiste en remover la tierra para acceder a los yacimientos de minerales y continuar haciéndolo de manera vertical al aire libre, y, si bien este procedimiento extractivo sería menos costoso que el subterráneo, es considerable la contaminación ambiental que provoca.
Y es que este tipo de minería genera, entre otros daños, afectaciones a la superficie de la tierra, destruye y cambia la forma de la corteza terrestre ocasionando grandes cantidades de material de desecho, lo que altera la morfología local, impactando además el agua y el aire, susceptible a ocasionar drenaje ácido y contaminación hídrica, remoción de glaciares, contaminación atmosférica, pérdida de la biodiversidad, abstracción y socavamiento del suelo.
En Bolivia es la empresa minera San Cristóbal a la que se considera como la más grande del país en cuanto a operaciones mineras a cielo abierto, exportando anualmente más de medio millón de toneladas de zinc-plata y plomo-plata, equivalentes a la mitad de todo lo que se extrae en el país.
Por otra parte, la minería aurífera, si bien en Bolivia tiene carácter aluvial, al menos la cooperativizada, tanto con el uso del mercurio como con el movimiento de tierras, también genera contaminación de las aguas e intoxicación de los peces y de las comunidades indígenas.
Excelente reportaje 👍 a difundir masivamente