La Iglesia denuncia la espiral de muerte hacia la Madre Tierra y hacia los pueblos indígenas que conllevan las economías ilegales que fomentan el narcotráfico, la delincuencia, la explotación sexual y la trata y tráfico humano y pretende ser la voz de todas esas víctimas
Por Vladimir Ledezma Maldonado
La Paz, junio de 2024 (ANA).- Un acuerdo por la vida a objeto de hacer frente al colapso climático y ecológico, que se realice un pacto social donde se proteja, defienda y cuide el agua y la biodiversidad de la amazonía es el llamado de la Iglesia Católica realizado en una conferencia de prensa efectuada en las últimas horas para presentar el mandato del XI Foro Social Panamazónico (Fospa).
Diego Plá, secretario general adjunto de la Conferencia Episcopal de Bolivia y representante de la red Eclesial Panamazónica (Repam), pidió además que se respete las decisiones a nivel nacional e internacional para que se acabe con la deforestación, así como con la minería en los territorios andinos y amazónicos.
El prelado subrayó que la Iglesia denuncia un proceso tendiente a exterminar la vida en el planeta, “…la espiral de muerte hacia la Madre Tierra y hacia los pueblos indígenas que conllevan las economías ilegales que fomentan el narcotráfico, la delincuencia, la explotación sexual y la trata y tráfico humano”, de esa manera llamó a escuchar el clamor de la tierra y el grito de los pueblos.
Al respecto hay al menos dos cartas encíclicas, una de ellas es el Laudate si emitida el 24 de mayo de 2015, que es considerada como un grito de auxilio del Papa Francisco en nombre de la Iglesia, un grito a Dios y al hombre posmoderno a que cuide, proteja y haga un buen uso de los recursos de la madre Tierra.
La otra es el Laudate Deum (4 de octubre de 2023), que se constituye en una exhortación apostólica sobre la crisis climática en la que se afirma que la humanidad tiene la importante obligación moral de cuidar y proteger el hogar común, el planeta Tierra, así como ser solidaria con los miembros más pobres y vulnerables de la sociedad que son quienes más están sufriendo el cambio climático, acentuado en gran medida por las actividades humanas, como los incendios forestales, la explotación petrolera, la gran industria y la minería.
Voz de las víctimas
En ese sentido Diego Plá anunció que la Iglesia pretende constituirse en la voz de todas aquellas instancias que sufren en sus propios territorios del saqueo, la expulsión, la contaminación y los avasallamientos, entre otros, así como la naturaleza y la biodiversidad, que sufren desertificación, sequías y muerte, quemas, caza comercial y pérdida de su hábitat.
“Me gustaría que se escucharan los testimonios de estos pueblos indígenas de la conferencia episcopal, de las asambleas se ha escuchado ya, no, cómo entran, ellos estaban contando, cómo entran las maquinarias pesadas, cómo se procede a la deforestación, ese avasallamiento; es un movimiento criminal hacia estos pueblos, los estamos masacrando a nuestros pueblos; entonces la Iglesia va ser la voz”, concluyó el religioso. (VLM)