Tarija, 4 de julio (ANA).- Temperaturas de – 7,3°C este pasado 29 y 30 de junio registraron algunas estaciones de la región de El Gran Chaco Americano. Fue la estación meteorológica de Pozo Hondo (Paraguay) que se encuentra a 30 kilómetros del trifinio entre Bolivia, Argentina y Paraguay que marcó esos datos y de acuerdo a los entendidos, se tratan de registros de mínimas extremas históricas.
El Gran Chaco se caracteriza por sus elevadas temperaturas medias anuales entre 18°C y 28°C y en ocasiones mayores a los 45°C grados; ocasionando una intensa evaporación del agua del suelo, principalmente aquellos que se encuentran con baja cobertura vegetal, provocando un déficit hídrico durante la mayor parte del año.
Este pasado 29 y 30 de junio la región ha experimentado temperaturas con registros récords bajo cero. De acuerdo al Responsable del Sistema de Alerta Pilcomayo, Luis María de la Cruz, estas bajas temperaturas tienen recurrencia de entre 20 y 30 años.
“Las cañerías y la ducha congelaron. En el puesto de salud teníamos tubería galvanizada y el frío lo partió”, relata Alberto Jaimes desde Pozo Hondo (Paraguay) a tiempo de mostrar un video con toda su ropa extendida y congelada en el alambre de su casa.
Alberto Jaimes desde Pozo Hondo, región del Gran Chaco Paraguayo, muestra su ropa congelada.
Esta estación, es la única que se cuenta en la zona tripartita o del trifinio, ósea entre las localidades fronterizas del Gran Chaco Boliviano, Argentino y Paraguayo. “Para nosotros esos datos son representativos”, nos señala Víctor Carrillo, Director del SENAMHI en Tarija.
Para Carrillo este frio fue producto de una ola de frio polar, si bien se ha ingresado actualmente al denominado veranillo de San Juan, luego del 15 de julio se espera otro frente frio, pero no de la magnitud del pasado 29 y 30 en esta región.
“El frio era horrible, (Uh…!)… pero ni modo, por nuestra necesidad debíamos salir a pescar. Como representante del grupo de pescadores lo hacemos por nuestra necesidad, estamos aquí pescando, rebuscando, no nos importa el frio. Nosotros somos del chaco de Bolivia de la frontera con la Argentina, nuestro lugar es Crevoux”.
Es Carmelo Romero, el es wennhayek de la zona, quién el mismo 29 de junio colgó al grupo de whatsapp del Sistema de Alerta Pilcomayo la pesca de esa jornada. Pero no fue el único, las imágenes y fotografías inundaban la mensajería de los celulares con superficies de cuerpos de agua congelados, piletas congeladas, ropa en el alambre tiesa, y lo más triste, hectáreas y hectáreas de forraje todo pintado de blanco por la helada; todo quemado por el frio.
“Realmente para nosotros no es normal, es un frío seco muy perjudicial, esto hace que se seque todo pasto y arbusto para que coman los animales. La helada ha quemado todo. Estamos viendo la posibilidad de comprar fardos (henos) para prever y palear la situación que ha dejado la helada”, nos dijo Alberto Jaimes.
En la actualidad, los estudios ponen a la región del Gran Chaco Americano como una de las regiones de mayor vulnerabilidad climática, (citado por Gran Chaco Proadapt y la Evaluación Ecoregional), con importantes impactos en las próximas tres décadas; mayor riesgo de sequías, inundaciones y aumento de los fenómenos climáticos externos.
“Ahí está la evidencia de la helada, así salió el agua de la canilla esta mañana”, mostraba Julio Jaimes desde Neuland (Paraguay) una foto donde de una manguera salía unos 30 a 40 cm de longitud el agua totalmente congelada.
Al parecer, los casi 9 millones de habitantes de la región del Gran Chaco deberán adecuarse y adaptarse a estos cambios bruscos de temperatura, deben enfrentar día a día sin importar consecuencias, las inclemencias del tiempo para su subsistencia. Recordemos que los que viven en la rivera del Pilcomayo (en los tres países) su ambiente es su medio de vida y subsistencia.
Un claro ejemplo es Carmelo, cuando ese día tuvo que meterse al río Pilcomayo y pescar, al igual que sus compañeros, porque es el alimento que tiene a su alcance para su familia.
“Ese día éramos más de 20 y hemos andado en toda el agua. Ya nos hemos acostumbrado con el tiempo, más bien nadie se ha resfriado hemos aguantado hasta las 4 de la tarde. La primera entrada al río fue de 7:00 a 8:00 y de 8:00 hasta las 4:00 de la tarde”.
Hoy el cambio climático es real, ya no es un relato del primer mundo u otros continentes. Durante esta semana miramos asombrados que, mientras en una de las regiones más cálidas de Latinoamérica como es el Gran Chaco se vivió temperaturas inferiores a los -7°C, en el otro extremo Canadá, la ola de calor estaba quitando vidas.
“La deforestación desmedida en la triple frontera tiene como consecuencia estos cambios. Antes el tiempo era más organizado”, culminada la entrevista a ANA, Aleberto Jaimes.
Esta semana también la organización Meteorología Mundial quienes en su boletín del 1 de julio reconocían un nuevo récord de temperatura máxima para el continente antártico de 18,3 grados Celsius registrado el 6 de febrero de 2020 en la estación de Esperanza (Argentina).
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