Si bien serán tratados los residuos orgánicos (de cocina), también están los residuos tóxicos (agujas, bisturíes, jeringas desechables, productos químicos, etc.) que si no son adecuadamente tratados pueden provocar daños irreversibles en la salud y el medio ambiente.
La Paz, agosto de 2022 (ANA).- La mañana de este miércoles 24 fueron entregadas al Hospital de Clínicas dos composteras destinadas a transformar residuos de cocina en abono en el marco del proyecto Basura Cero que financia la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional, ejecuta Swisscontact en La Paz y es fomentado por el Sedes (Servicio Departamental de Salud) así como la gobernación (GADLP) y la alcaldía paceñas (GAMLP).
Hay que recordar que una compostera equivale a un recipiente con las características necesarias para llevar a cabo el proceso de compostaje, es decir el proceso biológico que tiene el objetivo de estabilizar e higienizar los residuos orgánicos para que estos puedan ser utilizados como fertilizante, el cual es llamado compost, o sea humus o abono orgánico.
“Nosotros producimos una gran cantidad de basura, alrededor de ocho toneladas por mes de basura, de la cual un porcentaje importante son residuos orgánicos, a partir de ahora, con estas composteras, estos residuos orgánicos los vamos a convertir en abono, cuál es la finalidad, es alimentar nuestros propios jardines de este patrimonio…”, señaló el doctor Johnny Ayllón, director del Hospital de Clínicas, a tiempo de enfatizar de que se trata de un hospital con más de cien años de antigüedad y una extensión de alrededor de cinco mil metros en jardines.
Las composteras (2) provienen de la empresa Ecofractal que según Pablo Mansilla, su director, obtendrían alrededor de 230 kilos de biofertilizante cada mes.
Desechos tóxicos
En referencia a otro aspecto el cual está relacionado al tratamiento que reciben los desechos tóxicos, concretamente de ese nosocomio, el director de ese hospital señaló que todos los desechos de este tipo así como los inorgánicos son inactivados y enviados al botadero municipal.
Los desechos tóxicos de los hospitales generalmente están constituidos por objetos punzocortantes: jeringas, agujas, bisturíes y cuchillas desechables, etc. así como productos químicos, por ejemplo disolventes utilizados para preparados de laboratorio, desinfectantes y metales pesados contenidos en los dispositivos médicos (mercurio en termómetros rotos) y baterías, entre otros.
Este tipo de residuos, si no se realiza una correcta gestión, emiten gases tóxicos a la atmósfera que provocan la niebla tóxica (smog), el efecto invernadero, la lluvia ácida o los daños en la capa de ozono, con las consecuencias que ello conlleva en la salud del planeta, de las personas y de la biodiversidad.
Al respecto este nosocomio patrimonial dispone de una planta de tratamiento de residuos patógenos que son transformados en residuos comunes, “antes todo iba al botadero municipal, podíamos tener seguramente la posibilidad de reciclar, no lo hacíamos, pero ahora ya se ha empezado el trabajo, yo creo que va ser el primer hospital verde, esperamos que otras instituciones y otros hospitales hagan lo mismo. (VLM)