Las áreas protegidas son víctimas de la depredación, organizaciones ambientalistas claman por frenar la destrucción y dejar de envenenar a la Tierra, en tanto estudios e investigaciones apuestan por la biotecnología, la concienciación ecológica y una agricultura sostenible.
La Paz, junio de 2022 (ANA).- El Día Mundial del Medio Ambiente que es dirigido por el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y es celebrado cada 5 de junio desde 1973, en Bolivia fue conmemorado en las diferentes capitales del país con marchas y actos de compromiso con la defensa del medio ambiente natural, así como seminarios, estudios e investigaciones.
Desembólsate Bolivia
En la ciudad de La Paz se desarrolló una acción conjunta entre la Unión de Periodistas Ambientales de Bolivia (Upab), la Policía Nacional e instituciones educativas en el marco de la campaña “Desembólsate Bolivia” que promueve la aprobación de una ley por la Asamblea Plurinacional orientada a la reducción paulatina del uso de bolsas plásticas y su sustitución por bolsas de tela.
Al efecto a partir de media mañana las instancias participantes se concentraron en la plaza de San Pedro para dirigirse al aledaño Mercado Rodríguez y allí brindar mensajes de concienciación sobre el perjuicio que ocasiona el uso de bolsas plásticas y que estuvieron dirigidos a vendedores y compradores que los domingos asisten masivamente a este centro de abasto.
Simultáneamente y en medio de entusiasmo y compromiso con la defensa del medio ambiente se procedió a obsequiar bolsas de tela a la ciudadanía, tanto por parte de policías, periodistas y activistas ambientales. Cabe recordar que las bolsas de tela son reutilizables y reducen así la contaminación y el uso del plástico (polietileno de alta densidad).
Áreas desprotegidas
Mientras tanto unas cuadras más abajo, en el atrio de la Umsa, diferentes grupos de carácter cívico como la Asamblea Permanente de Derechos Humanos en Bolivia (APDHB), el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), el comité Cívico Pro Departamento de La Paz, entre otros, se iban congregando para realizar una marcha por el prado paceño y sectores aledaños.
El objetivo de esta movilización era originalmente la defensa de la Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquía, patrimonio natural de Tarija que ha sido avasallada así como sus pobladores por los trabajos de exploración y explotación petrolera, afectando las reservas de agua, inclusive las subcentrales pudieron evidenciar que los pozos y demás instalaciones para la extracción de hidrocarburos se encuentran en una zona donde la norma prohíbe la realización de actividades extractivistas.
Pero a ello se sumó el reclamo porque se resguarde todas las áreas protegidas del país, los humedales y los sitios Ramsar de las actividades extractivistas, ya sean de carácter petrolera, minera, maderera o cualquiera otra semejante susceptible a provocar daños a la naturaleza y a los pueblos originarios que habitan en las áreas protegidas en armonía con su entorno.
Importancia del uso de la biotecnología
Frente a una amenaza de carácter triple: calentamiento global, pérdida de hábitat y contaminación, empresas de tendencia ecologista destacan que la biotecnología es una realidad de libre alcance y que desarrolla artículos biodegradables, por ejemplo datos de GreenPeace informan que en el mundo, cada año se fabrica 500 millones de botellas pet.
En ese sentido la biotecnología es un campo amplio que considera la producción de alimentos, el área de la salud y una amplia biodiversidad, “al no ser bio-tóxicos ni tóxicos por metales pesados, al biodegradarse no liberan elementos químicos ni afectan negativamente al medio ambiente, reduciendo así la huella de carbono y, por si fuera poco, se reintegran rápidamente.
Freno a la depredación
Una investigación proveniente de un profesional relacionado a la unión de Periodistas Ambientales de Bolivia condena la falta de freno a la depredación que sufre la naturaleza, la cultura consumista y los recursos que aún quedan en el planeta, como el agua y la energía.
“En la actualidad lo que está acabando con el medio ambiente, es la sobreexplotación de los recursos, no existe control por un desarrollo sostenible y predomina abusivamente el desarrollo inapropiado, bajo el consumo irresponsable y el aumento de la población mundial, triplicado en últimos 60 años y continúa creciendo a un ritmo acelerado, siendo son las principales causas de este agotamiento. El agua y la energía disponibles no darán abasto para suplir tales necesidades”, (Jimmy Romero, Voces Ambientales UMSA).
Al respecto, el estudio sugiere como alternativas de solución a todas esas problemáticas, la concienciación de todos los ciudadanos con respecto a la relación que se tiene con la naturaleza mediante el reciclaje, adquiriendo artículos ecológicos, realmente biodegradables y apoyando acciones y redes de comercio identificadas en el discurso y en los hechos con la preservación del medio ambiente natural.
Paralelamente el estudio considera el desarrollo de una agricultura sostenible que conserve el patrimonio natural, los bosques, los animales, los recursos hídricos y los suelos así como la no contaminación tanto atmosférica, acústica, electromagnética y visual entre otras, evitar el uso de combustibles fósiles, así como de químicos y conservantes artificiales.
Es difícil hablar de una sola solución para frenar los principales problemas ambientales que actualmente aquejan la Tierra. Sin embargo, sí es un primer paso esencial, la conciencia que como habitantes del mundo nos corresponde. ¿Conciencia de qué?, por nuestra relación con la naturaleza, la cual mostramos por los artículos que compramos, las redes de comercio que apoyamos y en las actividades que individual y socialmente desplegamos. (VLM)