Autoridades del país vecino decomisaron en Puno un cargamento ilegal con 1750 anfibios del lago que eran llevados a Lima en condiciones deplorables.
Paola Choque
La Paz, 18 de mayo de 2021.- Transportaban a las ranas envueltas en un saquillo y hacinadas en una caja de madera, pero la intervención de las autoridades peruanas descubrió que se trataba del tráfico ilegal de 1.750 ranas del lago Titicaca (Telmatobius culeus) y se presume que parte de ellas provienen de Bolivia.
Ambas naciones comparten el denominado “lago más alto del mundo” y ahora están en una encrucijada para establecer el origen de este cargamento que tenía como destino Lima, la capital peruana. La empresa de transportes de carga JATSA se hizo cargo del traslado.
Deshidratadas
De acuerdo con un reporte del Gobierno del vecino país, al momento de la intervención de agentes peruanos de Aduana y otras instancias, las ranas fueron encontradas deshidratadas, sin alimento y sin espacio para movilizarse.
Tras la llegada de los especialistas del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) peruano, quienes evaluaron a los anfibios, se estableció que los especímenes se encontraban en un buen estado de salud, por ello consideraron posible liberados en su hábitat natural, aunque siguiendo los protocolos establecidos establecidos para este fin.
El Serfor activó un Procedimiento Administrativo Sancionador (PAS) en contra de los sospechosos de este ilícito que es sancionado en ambas naciones e incluso tiene pena de cárcel.
Peligro de extinción
Esta rana está protegida por la legislación y se categoriza como una especie “en peligro crítico”. En ese marco, existe un esfuerzo binacional para protegerla.
La bióloga Teresa Camacho Badani, responsable del centro K’ayra de Investigación y Conservación de Anfibios Amenazados, contó al portal La Región el caso del tráfico “no es nuevo”.
Según Serfor, entre 2012 y 2019, unas 15.000 ranas fueron decomisadas en medio del tráfico ilícito. “Esto no supone que hay muchas ranas en el lago. Esto es producto de varias colectas en muchos lugares, por lo que cuando se logra obtener un alto número, se realizan estos envíos hacia Lima”.
En ese contexto, la especialista alertó que el caso de Puno debe preocupar también a las autoridades bolivianas: “Por la cantidad, estamos asumiendo que también colectan ranas de Bolivia. Es muy probable, y las llevan a Perú, donde está el mercado”.
Entre muchas otras razones, la demanda del anfibio en lado peruano crece porque existe la creencia de que consumir su jugo ayuda a combatir problemas de salud referidos al asma o los bronquios, pero además a sobrellevar el cansancio.
“Es alarmante la cantidad de ranas que son traficadas y es necesario tomar medidas al respecto”, advirtió la experta. (PCH)