Además de la contaminación, la pesca intensiva y el vertido de aguas residuales, al karachi, ispi y otros peces nativos, los pescan antes de que se reproduzcan suficientemente, no es la trucha que los devora ni son culpables otras especies.
La Paz, 16 de febrero, ANA.- Los peces nativos del lago Titiqaqa se reproducen en los totorales, pero estos están contaminados por la polución que genera el vertido de aguas residuales provenientes de El Alto, Laja y Viacha, entre otros, siendo así que esta planta subacuática está gravemente afectada, lo que la hace inutilizable para materia prima, para alimento, para medicina y por supuesto para la reproducción de las especies lacustres.
“Como se pierden al humanto y la boga, le echan la culpa a la trucha y después ¡ah, ésa es la culpable!, pero en realidad la culpable es la sociedad, enfatizó, en referencia a la contaminación, a la sobrepesca y falta de planes de manejo en cuanto a pesquería, Francisco Osorio, director de la carrera de Biología de la UMSA, en entrevista con esta agencia periodística.
La trucha habría sido introducida al lago alrededor de 1940 por recomendación de un consultor extranjero que trabajó para los gobiernos peruano y boliviano con el aparente objetivo de mejorar la vida del pescador rural, en un comienzo para satisfacer las necesidades alimentarias de los trabajadores de una fábrica instalada en el sector, en el altiplano nadie pesca trucha, o debe haber me imagino, pero recién que pescan la trucha deben haber unos dos o tres que se la comen ellos mismos y lo demás es para vender en la ciudad, se refirió el titular de la carrera de Biología.
Pejerrey, desde la cuenca del Plata
Otra especie ajena al lago es el pejerrey, cuya introducción fue accidental, pues ingresa al lago desde Oruro, donde se criaba a la especie en estanques, pero en época de lluvias algunos especímenes lograron fugar de los contenedores hacia el cauce lacustre para remontarlo hacia el Titiqaqa. En realidad su llegada al país procede de la cuenca del Plata, puede estar en el mar o agua dulce, siendo la especie proclive a cambiar de salinidades.
Especies nativas, endémicas, únicas del lago Titiqaqa, que fueron ancestralmente consumidas, como el ispi Orestias ispi, el karachi negro Orestias agassizii, el karachi amarillo Orestias lucteus, la boga Orestias cuvieri y el humanto Orestias albus valenciennes, este último ictiófago y el primero en ser extinto (no se lo registró desde 1951), se constituyen en parte fundamental de la soberanía alimentaria que es el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos con base en la pequeña y mediana producción (FAO).
“El totoral es el sitio donde las especies nativas viven y se reproducen, entonces qué está pasando: que estamos acabando con los sitios de reproducción de las especies nativas, además que por otro lado sigue habiendo una pesca intensiva, o sea, pese a que hay pocos peces, a esos pocos peces les damos duro con redes que no deberíamos usar. Eso es lo que tendría que administrar un plan de pesquería».
“Si yo saco a los jóvenes (especies) que se están reproduciendo, no hay crías, no hay alevino (…), estoy matando a los jóvenes que no se han reproducido o se han reproducido una vez o dos veces, cuando el pez debía haberse reproducido al menos unas diez veces y recién sacarlos. Entonces ése es el problema, el problema es que estamos desconociendo la biología de los peces”, concluyó Osorio. (VLM)