Si una se desborda, causaría graves inundaciones, pero todo ello es consecuencia de las actividades humanas que generan focos de calor y destruyen los ecosistemas naturales, como la minería y la deforestación.
Redacción: Vladimir Ledezma M.
Fotos: R. Guamán
La Paz, junio de 2023 (ANA).- El constante retroceso de los glaciares provoca que las lagunas de alta montaña incrementen su caudal hasta romper los diques que las contienen y así provocar inundaciones en las zonas aledañas con las graves consecuencias que ello implica, como es el caso del sector de Apolobamba, que se encuentra principalmente dentro de las ecorregiones de Yungas y Puna Norteña, distribuyéndose desde el noroeste hasta el límite sureste del Área Natural de Manejo Integrado Nacional (ANMIN Apolobamba).
Si bien las lagunas glaciares son aquellas que se encuentran en los sectores de alta montaña y se forman por el derretimiento de los glaciares, de acuerdo a la investigación de la inglesa Kathryn Robertson (Investigación de campo sobre Rupturas de Lagunas Glaciares (GLOFs) en la Cordillera Apolobamba, marzo de 2015), en Bolivia solo ha sido documentado un caso relativo a una inundación provocada por la ruptura de una laguna glaciar, el cual habría ocurrido en 2009 en Keara, un pequeño pueblo situado en la cordillera de Apolobamba.
Reservas de agua frente a la depredación
Al respecto, una entrevista realizada a Ricardo Guamán, responsable del Programa Monitoreo del ANMIN Apolobamba hace referencia a esta polémica situación en la que destaca la naturaleza de los glaciares de esta área protegida nacional, así como el motivo principal que genera preocupación entre quienes lo monitorean constantemente.
“Bueno, los glaciares tropicales de Apolobamba son un reservorio de agua donde se guardan miles y miles y millones de metros cúbicos de agua en estado sólido, lo que nos preocupa es la reducción de la capa de glaciar, cada vez, cuando hay mayor radiación solar se reduce, cada vez está más poco y hay un notorio retroceso glaciar en toda la cadena de Apolobamba”.
Un reporte de los focos de calor en el ANMIN Apolobamba (Alberto López, 31 de mayo de 2023), indica que la mayor incidencia de focos de calor se da entre los meses de junio y noviembre, mismos que corresponden a la temporada en que se registra mayor déficit hídrico, coincidiendo además con la época en que se prepara la tierra para ser cultivada.
De la misma manera, Guamán hizo referencia a dos de las causas que estarían provocando el retroceso de los glaciares y por supuesto, el incremento del caudal de las lagunas de alta montaña que termina generando la ruptura de los espacios que lo contienen. Específicamente el especialista hizo referencia a los incendios forestales y a la actividad minera, en el caso de Apolobamba, de extracción aurífera.
Ruptura de diques
Siempre recurriendo a la citada investigación de K. Robertson, las rupturas de lagunas glaciares, más bien de los espacios que contienen a las lagunas glaciares, se producen cuando el nivel del agua de dichas lagunas sube por encima de la altura del dique o cuando un impacto externo, como ser una caída de hielo o una avalancha de nieve o roca, causa una ola muy fuerte que sobrepasa el dique (Op. Cit.).
En el caso de la referida investigación, se quiso determinar con detalle la amenaza de una laguna potencialmente peligrosa denominada PEL-ORC 002 identificada como tal por Daniel Weggenmann y que nutre un río que atraviesa el valle de Pelechuco en el cual existen dos poblaciones: Agua Blanca y Pelechuco, inclusive en muchas partes del valle la carretera de acceso se encuentra a muy poca distancia del río.
Proteger los glaciares tropicales
“La gente debe considerar que este gran reservorio de agua es el que alimenta a las diferentes cuencas, o sea la cuenca Suches, la cuenca Tuichi, la cuenca Camata, la cuenca Paiquiyuyo son las que alimentan, o sea con agua. Gracias a las aguas de origen glaciar, la ceja del monte y la parte del trópico se mantienen por lo que baja una gran cantidad de caudal todos los días”, reflexionó Guamán sobre la importancia de estas aguas, quien también hizo referencia a la disminución de los glaciares del área en un 33.3%, es decir de 748 km2 a 462 km2, aproximadamente.
Es así que el entrevistado al ser consultado sobre qué medidas están siendo adoptadas a objeto de prevenir el derretimiento de los glaciares de la cordillera de Apolobamba y desde luego, los efectos que ello trae consigo, entre los que se encuentran la probable ruptura de los espacios que contienen a las lagunas glaciares, señaló que se está efectuando el monitoreo de retroceso de glaciares de Apolobamba, a tiempo de recomendar la implementación de políticas de protección y conservación de los glaciares tropicales mediante la creación de normativas desde el gobierno central.
Esta nota periodística fue realizada en el marco del proyecto “Fortalecimiento de las capacidades de comunicadores y periodistas para la conservación de la biodiversidad del Corredor Madidi-Pilón Lajas-Cotapata (MPLC)” implementado por la Asociación Boliviana Pro Defensa de la Naturaleza (Prodena), financiado por el Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Críticos (CEPF) a través de Conservación Amazónica –ACEAAA en Bolivia.